Recuerdo que, cuando finalicé mis estudios de Derecho, el ejercicio de la abogacía no llamaba mi atención, así como tampoco el acceso a oposiciones, carrera judicial, pero adoraba los conocimientos que había adquirido, adoraba el Derecho y tuve la oportunidad de dedicarme a ello, de otra forma, de otra manera y es hoy que forma parte de mi día a día, trabajar con profesionales de mundo jurídico en esta compañía, desarrollando mi labor en atención al cliente, lo que me permite estar muy cerca del sector jurídico y desarrollar una carrera profesional que conlleva muchas satisfacciones y no perder el vínculo con los estudios que había realizado, a la vez que se refuerza esa labor de colaboración, aprendizaje y conexión con el mundo jurídico.
Una de las oportunidades que más valoro y que personalmente me ha conectado con el aportar esa experiencia jurista, es la pertenencia a la Comisión de Igualdad de Thomson Reuters Aranzadi. Un reto iniciado en 2017, cuando me incorporé al estudio del plan de igualdad que se estableció en ese momento, de su diagnóstico actual, redacción, elaboración y que fue llevaba a cabo su ejecución partiendo de las diferentes áreas de mejora que fueron detectadas y de las diferentes cuestiones que han puesto en valor muchas cuestiones de trabajo, de colaborar y seguir alimentando esa cultura de transmitir los valores en materia de igualdad en el mundo de la empresa.
Es difícil establecer los objetivos, en materia de igualdad, muchas veces tenemos lo objetivos claros y los medios muy definidos, pero es necesario impregnar a las personas y esa es una gran labor se realiza desde estas comisiones, donde casi la “misión” es crear una cultura, un sentir y hacer que los medios, se conviertan en resultados.
Han sido numerosas acciones internas, con el personal, con proyectos que han ido sumando y construyendo esa cultura de igualdad en nuestra compañía, muy importante, porque lejos de tener medidas, de cumplir con la normativa vigente, la tarea más difícil, como anteriormente citaba, es impregnar de la misma a todas las personas destinatarias de la misma. Contábamos con la ventaja de pertenecer a una compañía con unos valores muy maduros en esta materia, pero hay que seguir trabajando, alimentando y construyendo en esa línea que está muy ligada también a nuestra pertenencia a la sociedad, como seres sociales y con los valores que nos han sido trasmitidos en ese contexto.
Este trabajo que se ha realizado, y que se seguirá realizando desde la comisión, ha sido reconocido a nivel institucional, con el sello de buenas prácticas del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, y el distintivo optima, en Castilla y León, siendo un objetivo también de nuestro nuevo plan de igualdad, seguir teniendo, esos reconocimientos que son tan valiosos y necesarios, a la vez que trabajamos en el reconocimiento más importante, el de las personas que están a nuestro lado, día a día.
