En una economía de mercado no se puede pretender organizar una huelga sin prever todo tipo de efectos colaterales. A la muerte de un piquete, el incendio de un camión con el conductor dentro durmiendo, las agresiones, destrozos, desabastecimientos y un largo etcétera se unen diversos Expedientes de Regulación de Empleo que se están presentando en el Ministerio de Trabajo.
A lo largo del día de ayer fueron varias las empresas que presentaron Expedientes de Regulación de Empleo temporales debido al paro del transporte. Las fábricas se han tenido que paralizar porque ni les llega suministro ni pueden enviar mercancía, y no pueden pagar los jornales. Ha sido el caso de Campofrío, Sharp, SEAT e Incarlopsa; y Nissan, Honda o Robert Bosch se plantean seguir los mismos pasos. La factoría de Volkswagen en Pamplona comunicó ayer a sus trabajadores que no fueran a trabajar.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, a preguntas de periodistas al respecto ha asegurado de todos modos, y para prever abusos, cualquier Expediente de Regulación de Empleo que llegue al Ministerio será examinado con detenimiento.
