José María Fidalgo, secretario general de CCOO, ha remitido una carta al secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), John Monks, mostrándole su preocupación por el proyecto de Directiva sobre tiempo de trabajo que ha sido aprobado por el Consejo Europeo el pasado 9 de junio. En la misiva le pide que la CES organice una respuesta contundente en toda Europa.
La carta de Fidalgo precisa que, en su opinión, lo finalmente aprobado sobre tiempo de trabajo supera las peores previsiones sindicales y, junto con las recientes sentencias del TCJE sobre los casos Laval, Viking y Rüfert, configura un panorama de ataques al derecho laboral europeo tal y como estaba establecido; y al papel de los sindicatos y de la negociación colectiva: Según Fidalgo, "consagra el peor modo de superar el "·opt-out" de una nación a una norma -la generalización a todos los países del contenido regresivo de la excepción nacional-; abre una ancha vía para hacer del acuerdo individual un instrumento básico de regulación de las condiciones de trabajo por encima de los convenios colectivos; y establece unos topes, para las anchas excepciones al límite general de 48 horas semanales, intolerablemente elevados: de 60 a 65 horas semanales, o incluso superiores, según se apliquen los periodos de referencia".
Fidalgo le pide a Monks que proponga a la CES la organización de una respuesta para lo que le sugiere tres elementos:
- plantear la derogación de la Directiva si el Parlamento Europeo no logra eliminar del texto las excepciones al límite de 48 horas semanales;
- incorporar el rechazo sindical a la Directiva en los objetivos de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente que CSI/ITUC ha convocado para el 7 de octubre;
- planificar una presión de la CES y las centrales nacionales ante los eurodiputados, los gobiernos nacionales y la Comisión Europea para modificar sustancialmente, o bloquear la directiva en el procedimiento de conciliación Consejo-Parlamento que ahora se abre.