A estas alturas de éxito y desarrollo de Facebook, pocos pueden negar su efectividad como medio de comunicación. Como en casi todo, siempre se puede ir un poco más allá: ¿y si lo utilizamos como medio de desarrollo para nuestro despacho? El sistema de actualizaciones de estado y la posibilidad de crear grupos de intereses pueden hacer de esta red social una plataforma de evolución y enriquecimiento de la oferta de servicios de nuestro despacho.
Facebook es la red con más éxito a nivel global, tal y como Tuenti lo es entre los más jóvenes españoles. Hasta ahora, en la sección de Actualidad nos habíamos estado fijando en el peligro, real, que representa para la intimidad; sin ignorar las múltiples posibilidades de comunicación que nos brinda.
En Facebook se ve cómo gente ofrece su casa, crea grupos con su nuevo negocio, inserta fotos con las nuevas adquisiciones que pone a la venta en su tienda; o busca parejas para sus amigos. Se produce ante nuestros ojos, cada día, en cada momento, un intercambio de opiniones, pensamientos, puntualizaciones y quejas que hace dos años -por decir una fecha- sería inaudito.
Además, de un modo desenfadado, rayano a veces con lo arriesgado, se agregan a meros conocidos, o amigos de amigos, o personas que conocemos por su notoriedad pública, a la lista de amigos.
En suma, ¿qué tenemos? Una red, donde se "conoce" a multitud de personas, en la que se pueden lanzar casi todo tipo de ideas, confrontar opiniones y ofertar servicios; con ciertas limitaciones, sencillas de cumplir.
De hecho, la red social reina tiene su propia "Biblia de marketing", que contiene tres secciones: herramientas para el marketing de guerrilla, herramientas para anunciantes, y herramientas para desarrolladores de aplicaciones. Todo ello lo iremos desarrollando, pero váyase quedando con esto: Facebook da para mucho.
