La Comisión Europea celebró la semana pasada una reunión de expertos sobre falsificación de bienes, piratería y sus consecuencias económicas, auspiciada por el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Charlie McCreevy.
La mayoría de los productos falsificados proviene de China, aunque según el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Charlie McCreevy, esa proporción comienza a cambiar, ya que los empresarios se dan cuenta de que los infractores de hoy podrían ser las víctimas de mañana.
El comisario mostró su oposición a combatir la piratería y las descargas ilegales de internet con nuevas leyes y abogó por una mayor colaboración entre las empresas del sector. "Las leyes no servirían para nada, pues antes de que la Comisión Europea propusiera una nueva normativa, el problema habría cambiado de rostro," añadió Mc Creevy. Deben buscar un acuerdo, según el comisario, para establecer filtros, sanciones y un procedimiento de respuesta ante ataques informáticos. Para el comisario, el problema de la piratería a través de internet es un asunto que sólo pueden resolver los proveedores de servicios de internet y los propietarios de los derechos.
Los participantes examinaron los efectos de dichas prácticas ilegales en el crecimiento económico, la creación de empleo y la seguridad de los consumidores en la Unión Europea y debatieron posibles medidas.
El programa incluyó una ponencia específica centrada en Internet, en la que se debatió cómo fortalecer el control de las descargas ilegales y la venta de productos falsificados a través de la red.
