Programas de habilidades, movilidad, formación técnica y no técnica, apertura a otros modos de trabajar…son muchas las cosas que podemos hacer por nuestro equipo casi sin darnos cuenta. Quizá lo primero sea pararnos a pensar que los abogados y el personal auxiliar del despacho puede dar más de sí de lo que lo hacen…pongamos algún “caso de éxito”.
A veces hay que mirar a los grandes para aprender un poco, tomar ejemplo. Si ellos tienen la mejor plantilla, quizá es porque saben localizar el talento, y hacerlo crecer.
¿Podemos hacer nosotros crecer las habilidades de nuestra plantilla? Tomemos ejemplo de PwC. En esta firma la cultura empresarial es uniforme, de modo que el comportamiento corporativo garantiza una experiencia única y segura a los profesionales y clientes. Entre otras iniciativas que refuerzan el compromiso con la diversidad, destaca el impulso del teletrabajo para facilitar la gestión de la carrera profesional y las necesidades personales de los profesionales.
En su última memoria habla de que a través de los programas de habilidades mejoran las capacidades de los profesionales reforzando la excelencia operativa de los equipos. Además, de forma específica para los profesionales de alto potencial, impulsan las competencias claves como la innovación, el liderazgo y la gestión en entornos complejos. "De la mano de las mejores escuelas de negocio de nuestro país desarrollamos programas de talento para nuestros empleados con más potencial".
¿Hay talento o no hay talento?
Seis de cada diez trabajadores españoles creen que sus compañeros están poco cualificados
Un elemento clave de la política de diversidad de PwC, que logra que los trabajadores evolucionen desde su propia personalidad y habilidades es el programa de movilidad: el desarrollo de una carrera profesional internacional es especialmente atractivo en una firma global presente en 154 países. Durante el ejercicio 09-10, se ha impulsado la movilidad internacional para facilitar, en especial, el perfil global de los profesionales que prestan servicio a nuestros clientes en todo el mundo. ¿Tienen algo en común un auditor de Hong Kong, un consultor de Houston y una experta en laboral de Madrid? Sí, lo cierto es que bastante. Comparten el compromiso de ayudar a los clientes a abordar sus problemas más complejos y crear el valor que les permita obtener el éxito.
Nadie tiene la obligación de ser internacional…pero sí de tener la mente abierta, y no cerrarse a dinámicas y mentalidades "enlatadas".
