¿Cuál es vuestra visión del mercado legal para 2021?
El próximo ejercicio se configura como un año clave para comprobar las posibilidades reales de nuestra economía para superar la crisis provocada por el Covid-19. La mayoría de las predicciones y previsiones económicas auguran una pronta recuperación que, por otro lado, será más paulatina en sectores específicos como el turismo, que prevé un par de años más para recuperar el ritmo que tenía a finales del 2019.
El sector legal no es ajeno a la crisis económica y es previsible que, aunque ésta sea más efímera que la anterior crisis financiera del 2008, los despachos de abogados se vean obligados a tener que reajustar sus honorarios y su estructura para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
Si algo hemos aprendido de las crisis pasadas es que el sector legal, si bien se ve inicialmente menos golpeado que otros ámbitos de nuestra economía, no es totalmente ajeno a ellas y éstas siempre han exigido cambios al sector o han propiciado la aparición de nuevos operadores que han sabido ver nuevas oportunidades.
Sin duda, esta situación nos obligará a preponderar la eficiencia como el principal objetivo del ejercicio. Se deberán invertir recursos en nuevas tecnologías y reajustar metodologías de trabajo tradicionales, cambiándolas por otras más flexibles orientadas al cliente, que permitan un mayor aporte de rentabilidad y la posibilidad de ser más competitivos.
No es descartable que asistamos a nuevas operaciones de concentración en el sector legal mediante compras o fusiones de despachos, que ya venían produciéndose con anterioridad, pero que, como consecuencia de la crisis, se verán aceleradas y se incrementarán, pues el tamaño de los despachos y su multidisciplinariedad son factores determinantes para afrontar esta situación.
Quizás seamos testigos de la salida al MAB de los primeros despachos de abogados o de la entrada en su capital de socios capitalistas e inversores totalmente ajenos a la actividad, tal y como hemos visto en otros países de nuestro entorno.
Y, sin duda, asistiremos al desembarco en España de firmas internacionales que abrirán delegación en nuestro país. Algunos ya estaban anunciados y la crisis solo ha hecho que posponer temporalmente su llegada que irremediablemente se producirá, pues resulta evidente que nuestro mercado legal ha dejado de ser local y ha pasado a ser global, al igual que el resto de los sectores de nuestra economía.
¿Y del área que sois especialistas?
En Auren abarcamos todas las áreas de práctica del derecho y tenemos especialistas en todas las materias. No obstante, consideramos que el próximo ejercicio representará mayores y más tempranas oportunidades a las áreas de práctica del derecho laboral (ERTEs, EREs y conflictividad laboral), concursal (acuerdos extrajudiciales de pago y procedimientos de insolvencia, ventas de unidades productivas) y procesal.
El resto de las áreas es previsible que vayan paulatinamente recuperando su actividad a finales del 2021 y esperamos que, al cierre del citado ejercicio, empiecen a despuntar prácticas relacionadas con seguridad de la información, nuevas tecnologías, ayudas del estado y fondos europeos, entre otras.
No es descartable, por otro lado, que asistamos dentro del sector financiero a nuevas operaciones de concentración bancaria y que se produzcan muchas operaciones de compraventa de empresas y entradas de nuevos inversores en compañías, así como operaciones complejas de refinanciación que brinden nuevas oportunidades a nuestros especialistas en las áreas de mercantil y de bancario.
¿Cuáles son las dos principales fortalezas de su despacho ante la nueva situación?
Flexibilidad y trasversalidad son dos de nuestras principales fortalezas para afrontar esta nueva situación: Flexibilidad para adaptarnos rápidamente a las nuevas exigencias de nuestros clientes con los que siempre mantenemos un trato muy cercano, para mover nuestros equipos de trabajo de un área a otra en función de sus necesidades y en orden a poder atender las concretas demandas de servicio o cargas de trabajo, y flexibilidad para adaptarnos a los inesperados cambios que se puedan producir, como ha sido el caso del aumento del teletrabajo. También es importante la flexibilidad para implantar nuevos procesos y nuevas herramientas tecnológicas, además de para cambiar ciertas metodologías de trabajo.
Por otro lado, la trasversalidad. En Auren somos una firma multidisciplinar que cuenta con cuatro divisiones: Auren Abogados y Asesores, Auren Auditores; Auren Consultores y Auren Corporate. Esto significa que tenemos una capacidad casi ilimitada de generar y crear proyectos y productos trasversales que, desde una óptica 360º, nos permiten ofrecer a nuestros clientes soluciones integrales e innovadoras que actualizamos continuamente para adaptarnos a las necesidades del mercado.
¿Y los dos principales retos que se han planteado a corto y medio plazo?
A corto plazo, nuestro principal reto se centra en el apoyo al tejido empresarial, que se configura como nuestra principal base de clientes. Adicionalmente, nos hemos marcado como objetivo a consolidar la actual estructura que tenemos en España a través de nuestras 15 oficinas y seguir apostando por nuestro crecimiento internacional penetrando en nuevos países y logrando una mayor presencia en aquellos en los que ya estamos mediante la apertura de nuevas oficinas.
A medio plazo, hemos terminado de elaborar y aprobar un nuevo plan estratégico para los próximos tres ejercicios, que contempla un total de veinte medidas centradas, por ejemplo, en el ámbito de la experiencia del cliente, la digitalización o el crecimiento internacional.
Por último, quizás merezca ser destacado el capitulo relativo a las nuevas tecnologías, donde apostamos para posicionarnos como un referente en aquellas empresas que quieran afrontar el reto de la transformación tecnológica de su empresa o la implementación de procesos mediante el uso de las nuevas tecnologías.
