Quién le iba a decir a Bill Gates que su infancia iba a marcarle tanto y traerle tantos disgustos en este mundo de las tecnologías de la información y la comunicación…
Yo supongo que, visto lo visto, Bill Gates en su infancia debió haber sido un forofo incondicional del Monopoly y que, además debió ser condenadamente bueno. Sobre todo lo de condenadamente.
Ayyyy, "probe Bill". No debió entender nada cuando, aplicando inocentemente las pautas, enseñanzas y habilidades adquiridas del inocente juego del Monopoly a su pequeña empresa Microsoft, empezaron lloverle demandas y demandas por infracción de las normas reguladoras de la competencia y por abuso de su posición, como no, dominante o monopolista…
Seguramente debió pensar:
- "Pero si he ido comprando todas las calles:
- "¿No es normal que si el resto de jugadores pasan por ellas me tengan que pagar?"
Tengo el barrio de los sistemas operativos (Windows en sus diferentes versiones), de los reproductores multimedia (Media Player), de los paquetes de ofimática (Office con su Word, Access, Excel, Power Point…), de los navegadores (Internet Explorer)…".
Y todo eso, siempre según el posible razonamiento del "probe Bill", cuando incluso, había pensado sólo en hacer la vida más fácil a los inocentes usuarios, por medio de la instalación en sus portátiles, ordenadores de sobremesa, notebooks, PDA… de dichos tipo de software…
Esto en las reglas del Monopoly no se encontraba previsto cuando el "probe Bill" jugaba en su más tierna infancia. En esa época había que arruinar al contrincante de cualquier modo.
Por eso, a buen seguro, no entiende por qué llegan ahora los señores responsables de los EE.UU. y de la U.E. y le sancionan… "Seguramente este tipo de sanciones vendrán recogidas en la nueva edición del Monopoly".
No obstante, a la "vejé viruela" no creemos que se pongan a jugar para adquirir nuevos hábitos…
Lo único cierto, es que con estas nuevas reglas el cerco sobre la posición monopolística de Microsoft se va cerrando, y a la ya conocida sanción con relación al reproductor Media Player, hay ahora que unir la intención de Bruselas de obligar a Microsoft a dar la opción, en el momento de la instalación del sistema operativo, para que los usuarios puedan escoger el navegador de internet que deseen, lo cual puede implicar, llegado el caso, que Microsoft deba incorporar a su sistema operativo productos de la competencia, tales como Chrome de Google, Opera o Firefox.
Mientras se resuelve el tema, sólo os aconsejo que tengáis cuidado con los juegos de mesas que les compráis a vuestros hijos e hijas…
