Podemos leer estos días en la prensa mundial el inicio de las actuaciones judiciales que están teniendo lugar en Estocolmo (Suecia) contra los titulares del sitio web "The Pirate Bay".
Dejando a un lado el mero hecho de la denominación (que con la que está cayendo ya les vale…), se alega por sus titulares que ellos no hacen nada ilegal, que sólo enlazan a contenidos, general aunque no exclusivamente, sujetos a propiedad intelectual, contenidos que, por otra parte, no se encuentran alojados en ningún servidor de su propiedad.
Ello me lleva a plantearme el tema de todos los sujetos que suelen entrar en juego en las redes P2P. Dichos sujetos suelen ser, básicamente, los siguientes:
- Empresa que proporciona el software P2P.- Como es lógico, el primero de los actores en este tipo de redes ha de ser una empresa que desarrolle un software específico con el que los usuarios puedan intercambiar contenidos digitales.
- Usuario.- Por lo general, la persona que usa las redes P2P con la finalidad de subir y/o bajar los citados contenidos digitales. Y decimos que esto es así en general, porque es posible que, en ocasiones, sean los propios usuarios los autores de las obras que circulan por este tipo de redes de intercambio (piénsese en algún trabajo de la facultad, en algún proyecto en que los usuarios estén embarcados…).
- Titulares de derechos sobre los contenidos.- El tercero de los sujetos involucrados y, por lo general (no en todo caso), perjudicados, son los sujetos que tienen reconocidos en la legislación derechos de propiedad intelectual sobre las obras que los usuarios suben y/o bajan.
- Ideólogos.- Un nuevo tipo de sujetos son los ideólogos intelectuales que o bien azuzan o bien atacan a los usuarios de las redes P2P.
- Empresas satélite.- Este último tipo de sujetos abarca a todos aquellos que, cual aves carroñeras, huelen que estamos ante un fenómeno que puede producir mucho dinero y prestan servicios accesorios a este tipo de redes. El caso más usual es el de las webs dedicadas a enlazar a este tipo de contenidos.
Partiendo de todo ello, ¿qué buscan y qué ganan cada uno?
El primer grupo, como es lógico, tráfico y negocio a la web desde donde los usuarios pueden descargar el software de intercambio. Por tanto, dinero, sea a través de visitas, de descargas de pago… Otro tanto de lo mismo sucede con el grupo de las empresas satélite. Se trata, por tanto, de empresas nacidas (al menos hoy día) para ganar dinero.
En el otro extremo, se encuentran los titulares de los derechos de propiedad intelectual sobre las obras intercambiadas que son los grandes perjudicados, ya que, a pesar de que la legislación les reconoce una serie de facultades sobre sus obras, éstas se ven ignoradas por la mayoría que emplea las redes P2P para adquirir dichas obras fuera de los canales tradicionales de pago.
Por tanto, nos quedan dos grupos diferentes: de un lado, los ideólogos de las redes P2P, que propagan las bondades de este tipo de redes, lo beneficioso que son para el acervo cultural, para la democratización que supone internet, para el derribo de la clase opresora (entidades de gestión y artistas multimillonarios, entre otros)… Este grupo es quien más fácil tiene su posición, hablan, hablan y hablan pero, de hecho, permanecen al margen. Nada en este mundo es blanco o negro, por lo que mucho de razón tienen, pero también mucho callan. Por ello, y haciendo un símil militar, estaríamos ante los generales de un ejército que sitúan a los usuarios en primera línea de batalla.
En consecuencia, al final, como siempre suelen pasar, los grandes sacrificados, los que realmente luchan la batalla en el día a día, los protagonistas finales y también quienes se pueden llevar todas las "guantás" son los pobres usuarios que, en la mayoría de las ocasiones, lo único que quieren es escuchar o ver el último tema o película de marras, sin mayores pretensiones.
Teniendo en cuenta todo esto, ¿no deberían ser los que se meten en este negocio para ganar dinero (ya que los ideólogos mucho hablar pero poco actuar en persona) quienes sean los que hayan de dar la cara ante las autoridades de todo tipo que han de decidir, gubernativa o judicialmente, las eventuales responsabilidades judiciales y económicas derivadas de este tipo de redes?
