Sorprendentes a la par que alucinantes, o cuanto menos desconcertantes (por aquello de dar el beneficio de la duda y tener la socorrida opción de echarle la culpa al periodista de turno), las declaraciones de ciertos dirigentes de alguna de las tropecientas asociaciones que pueblan nuestra organización empresarial.
Hoy nos centraremos, para no dispersarnos en demasía, en las declaraciones del Sr. Manent, presidente de la AECEM que, con ocasión de una de las muchas jornadas que hoy día suelen celebrarse, aprovechó (como no) la ocasión para recordar, una vez más, a las autoridades competentes que la normativa en materia de protección de datos ralentiza la evolución del comercio electrónico en España, lo que nos pone en una situación de inferioridad respecto al mercado europeo.
Ante dicha pildorita, desde El Fallo Técnico hemos de decirle un par de cositas al Sr. Manent:
De un lado, que el derecho de protección de datos es un derecho de rango constitucional, lo que quiere decir que tiene las máximas garantías normativas, institucionales y jurisdiccionales en nuestro Ordenamiento Jurídico. Por tanto, tiene un mayor valor legal y ético que el derecho a ganar pasta, por muy lícito o legítimo que sea éste.
De otro lado, y por si no es suficiente lo anterior, también hemos de decirle que, por si no lo sabía ;-), nuestra actual legislación de protección de datos proviene precisamente de Europa, esto es, de la Unión Europea, por lo que la trasposición de dichas directivas se ha tenido que hacer siguiendo los mismos principios, en los tropecientos países que ya forman parte de la Europa 1, esa que tanto le preocupa al Sr. Manent.
A mayor abundamiento, según la nota de prensa, las citadas declaraciones se realizaron "una vez más", por lo que podemos aplicar esas palabrejas de la alevosía y la reincidencia que tanto gusta…
Por tanto, mejor será que este tipo de asociaciones empresariales estudie con sus asesores legales el modo de respetar de un modo más ágil los derechos de los titulares de los datos con los que quieren ganar pasta y se deje de intentar rebajar las exigencias de una normativa que, en la actualidad, y dado el avance de la llamada sociedad de la información, se hace cada día más necesario.
