
Esta mañana, tras levantarme, arreglarme, desayunar y leer religiosamente la prensa a través del agregador de feeds de mi Blackberry, salí con renovado optimismo a la calle.
Experimentaba una sensación de alegría, de bienestar, como con ganas de comerme el mundo. Vamos que me sentía capaz de cualquier cosa.
No obstante, no era conocedor de la causa de dicho subidón.
En un principio, y al pasar frente al Sánchez Pizjuan, pensé que era debido al buen debut del Sevilla en la Champions League y a su buena racha liguera. Tanto fue así que, a pesar de que es algo que nunca me ha gustado, entré en la tienda oficial del club, a preguntar, no sé por qué, por las camisetas de Zennstrom y Friis. Después de mirarme con cara de estar loco, me comentaron que no había jugadores con esos nombres en la plantilla.
Desencantado, me dirigí a El Corte Inglés y pregunté lo mismo en la sección de deportes pensando que quizá eran jugadores de basket, dada la exhibición de ayer de la selección española. Pero tampoco hubo suerte.
Fue al llegar al despacho, encender el ordenador y conectarme a internet cuando descubrí el por qué de mi estado de ánimo. Zennstrom y Friis eran los creadores de Skype.
Y entonces lo entendí todo, Zennstrom y Friis son, desde esta misma mañana y hasta nuevo aviso, mis nuevos ídolos. Y es que no es para menos.
Tras la creación de la mítica Kazaa, van y se sacan de la manga Skype, una herramienta con la que poder hablar por teléfono vía internet, como alternativa barata y efectiva a los típicos móviles y fijos de toda la vida.
Como sabemos, tanto ha sido el éxito de esta plataforma que lograron venderla a eBay por la nada despreciable cantidad de 2.100 millones de euros.
Si bien estos antecedentes ya pueden ser, de por sí, suficientes para tener admiración por alguien en el mundo de la empresa TIC, existe otro motivo aún más poderoso y que incide directamente en mi ocupación como abogado de este mundillo.
Y es que estos dos cracks no sólo se embolsaron una millonada con la venta de Skype. Además, se reservaron en el contrato de venta la titularidad de los derechos sobre el sistema Global Index, que es la tecnología que provee a Skype de algunos sistemas fundamentales para su funcionamiento, cediendo a eBay una mera licencia de uso.
El tema se ha liado cuando Joltid, la empresa propiedad de estos artistas y titular de Gobal Index, ha demandando a eBay por entender que se han violado sus derechos de propiedad intelectual al haber vencido en marzo la licencia concedida.
Evidentemente, de ser esto cierto, varias serían las consecuencias:
Por un lado, sería ya el segundo gol que mis ídolos meten por la escuadra a eBay y los elevaría a los altares del mundo de los negocios, ya que la rentabilidad de la operación sería de primer orden.
Por otro, para eBay, tras la mala operación efectuada en su día y rubricada con la falta de desarrollo de un sistema alternativo a Global Index, sería un grandísimo problema ya que se verían gravemente entorpecidos sus intentos de venta de parte de su servicio Skype.
Finalmente, también supondría otro problema para los inversores que se encuentran negociando con eBay la adquisición de Skype, ya que la demanda presentada por Joltid las incluye, al entender que eran plenamente conscientes a la hora de hacer su oferta de que Skype violaba los derechos de propiedad intelectual.
Lo dicho, estos dos individuos son los p… amos!!!
Socio fundador de Avezalia, firma especializada en el asesoramiento jurídico integral TIC