Incluye la sentencia
Una madre aprovechó un vis a vis con su hijo toxicómano en la cárcel para llevarle hachís y heroína. La mujer explicó después que lo había hecho porque llevaba días viéndolo mal. La Audiencia Provincial de Barcelona la condenó en febrero de 2009 a nueve años de cárcel
El Tribunal Supremo le ha rebajado ahora la pena a uno y medio -lo que permite que se pueda suspender la condena-, basándose en "lo difícil que es para una madre" negarse a facilitar algo de droga a un hijo sabiendo que es toxicómano. El preso había asegurado que engañó a su madre, que ella no quería hacerlo y que él no le hizo caso.
Los hechos ocurrieron en enero de 2008 cuando la madre, en una visita a su hijo interno en un centro penitenciario, le entregó un envoltorio con 1,960 gramos de hachís y otros dos con 4,605 y 4,614 gramos de heroína, acción que fue observada por uno de los funcionarios del centro, que intervino la droga.
La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Joaquín Giménez García, ha considerado procedente aplicar en este caso la atenuante "muy cualificada" de parentesco. En opinión de los miembros de la Sala, la mujer no merece un castigo que suponga su ingreso en prisión. El alto tribunal considera, además, que no debe aplicarse, como hizo la Audiencia Provincial, el subtipo agravado de difusión de droga en establecimiento penitenciario ya que, en este caso, cuando la droga iba a ser introducida en la cárcel, fue descubierta por los controles de los funcionarios y no llegó al interior de la prisión. Por tanto, no surge "el peligro real y concreto de que pueda llegar a los internos", agrega el Supremo.
