¿Un carné identificativo para los proveedores de servicios?

El texto aprobado señala que ya se han creado tarjetas profesionales europeas en algunas profesiones reguladas, como los abogados y los profesionales de la salud, y opina que una tarjeta profesional europea podría ser ventajosa incluso para las profesiones no armonizadas, pues tendría un papel informativo, particularmente para los empleadores y los consumidores; como sería el caso de la mayor parte de las profesiones liberales. Esta tarjeta podría ser complementaria de la normativa que rige en la actualidad referente al reconocimiento de las cualificaciones profesionales. Dicho reconocimiento abre la puerta de acceso al europeo, en el Estado miembro de acogida, para ejercer la profesión para la cual está cualificado en su país de origen y ejercerla en las mismas condiciones que los nacionales del país de destino si se trata de una profesión regulada en ese Estado miembro.

El texto de la Directiva distingue entre "libertad de establecimiento" y "libre prestación de servicios", basándose en los criterios ofrecidos por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas: frecuencia, duración, periodicidad y continuidad.

Según el informe aprobado ayer, la tarjeta profesional europea para los proveedores de servicios podría

• contribuir a la seguridad de los ciudadanos en caso de contactos con un proveedor transfronterizo,
• permitir una simplificación administrativa y una reducción de los costes,
• facilitar la movilidad real de los profesionales,
• facilitar el suministro de servicios temporales, y
• favorecer la prestación de servicios de alta calidad en la Unión Europea.

Además, lo aprobado insiste en que la tarjeta solamente debería servir de prueba del derecho a circular, sin ser por ello la condición de tal circulación. Por otra parte, los diputados recalcan que, en caso de que la profesión concretar ya disponga de una tarjeta profesional nacional, procederá a integrar las funciones de ésta en la tarjeta europea.