El TS ha condenado a dos años de prisión y una multa de 5.760 euros, unido a otros 3.000 de indemnización por daños psíquicos, a un hombre que amenazó a su hermana con revelar una infidelidad matrimonial que ésta mantenía y de la cual se había enterado a través del buzón del correo electrónico de ella. También han sido condenados a la misma pena dos abogados a los que había contratado para convencerla a renunciar a la herencia del padre de ambos a cambio del silenciar esta información.
La sentencia de la que ha sido ponente el magistrado José Antonio Martín Pallín confirma las penas por los delitos de coacciones y revelación de secretos dictadas contra todos ellos en marzo de 2007 por la Audiencia Provincial de Barcelona, y rechaza la pretensión de la acusación particular de incrementar la pena a los letrados con la agravante de haber ejecutado el hecho mediante precio, recompensa o promesa ya que su actuación profesional debía ser retribuida de todos modos.
No obstante, matiza que la deontología les obligaba a disuadir a su cliente de la utilización de estos medios fraudulentos. Según la sentencia, "no hacerlo así e integrarse voluntariamente en la cadena de transmisión de los secretos les convierte en autores del delito por el que han sido condenados".
Se considera probado que Pere T.V. tenía en su poder correos electrónicos que evidenciaban una relación extramatrimonial mantenida por su hermana, y que los utilizó con la intención de hacerla renunciar a la legítima que le correspondía tras el fallecimiento del padre de ambos.
Se ha constatado también que, para asegurarse del resultado, contrató a dos letrados, quienes siguiendo sus instrucciones convocaron a los abogados de su hermana Laura, a los que leyeron determinados párrafos de los correos e instaron a que convencieran a su defendida para que desistiera de sus derechos legítimos. Ella, tras ser informada, sufrió un síndrome ansioso-depresivo que exigió tratamiento por seis meses "con recaídas cada vez que tiene noticias del avance del procedimiento penal".
