El Tribunal Supremo ha admitido la posibilidad de que el País Vasco cuente con un impuesto de sociedades con un gravamen más bajo que el del resto del Estado, que se establece en un 32,6 por ciento para el territorio foral.
El Supremo ha decidido estimar los recursos de la Diputación Foral de Vizcaya y de la Cámara de Comercio de Bilbao contra el auto del TSJPV del 14 de junio de 2006 que suspendía cautelarmente, a instancias de la Comunidad Autónoma de La Rioja, el decreto foral que establecía el tipo general de este impuesto en el 32,6.
El fallo rechaza la pretensión de La Rioja de que se suspenda cautelarmente el impuesto de sociedades aprobado por la Diputación de Vizcaya a finales de 2005 por ir en contra de la sentencia que el Tribunal Supremo había dictado a finales de 2004.
La sentencia cuenta con un voto particular del magistrado del Supremo, Manuel Garzón Herrero, que discrepa de la resolución.
El pasado mes de abril, el Supremo ya rechazó suspender el impuesto de sociedades de Vizcaya de 2005 como había solicitado La Rioja, argumentando que los tribunales europeos aún no se han pronunciado sobre el fondo del asunto y, por tanto, no puede darse preferencia a ninguna de las partes.
En julio de 2001, este tribunal también dictó una sentencia en el mismo sentido anulando la suspensión cautelar de varios artículos de la norma foral vizcaína sobre el impuesto de sociedades de 2005.
