El ejercicio de la abogacía no solo exige conocimientos técnicos y dominio del Derecho, sino también un conjunto de habilidades personales y sociales que permiten al profesional desenvolverse con eficacia en un entorno cada vez más complejo, competitivo y humanamente exigente. Estas competencias, comúnmente conocidas como habilidades blandas, o soft skills, se han revelado esenciales para afrontar con solvencia los múltiples desafíos que plantea la práctica jurídica diaria.
En esta entrega de la Guía Práctica de la Abogacía que Aranzadi LA LEY te ofrece de forma gratuita, el abogado y experto en habilidades profesionales Óscar Fernández León, aborda la primera entrega de las habilidades blandas más relevantes en el contexto de la abogacía, analizando su contenido, características y repercusiones prácticas, con el objetivo de evidenciar la necesidad de integrarlas en la formación, el desarrollo profesional y la cultura de los despachos jurídicos.
La guía te ofrece respuesta a estas preguntas:
- ¿Qué son las habilidades blandas o soft skills aplicadas a la abogacía?
- ¿Por qué se han revelado esenciales para afrontar con solvencia los múltiples desafíos que plantea la práctica jurídica diaria?
- ¿Nos imaginamos a un abogado que le sienta mal un comentario de un juez y que, acto seguido, le responda de forma hiriente?
- ¿Qué es lo que realmente marca la diferencia entre un abogado competente y uno excelente?
- ¿Qué potencial ofrece la asertividad al abogado para comunicarse con sus interlocutores?
- ¿Cuáles son los factores emocionales, comunicativos, psicológicos y relacionales que no pueden ser gestionados únicamente desde la lógica jurídica?
