La prensa se hace eco de la presentación de los resultados de la encuesta sobre inversiones en I+D de la industria farmacéutica en España en 2007, que realiza anualmente Farmaindustria, la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica establecida en España. Tras las tensas relaciones pasadas, la industria farmacéutica se siente más cómoda ahora y eso se traduce en dinero invertido en nuestro país.
Las relaciones entre la patronal farmacéutica y el Ministerio de Sanidad durante el mandato de Elena Salgado fueron negativas. La anterior Ministra suspendió a su llegada el sistema de precios de referencia que había puesto en marcha el ejecutivo del Partido Popular, y, para frenar una factura de medicamentos que estaba creciendo por encima del 10%, decretó dos rebajas lineales sucesivas: una primera bajada del 4,2% de todos los fármacos en 2005, a la cual se añadió una reducción del margen del sector distribuidor, a la que siguió una segunda del 2% (con otro punto en la distribución) en 2006.
En cambio, en 2007 no hubo rebaja y se volvió al sistema de precios de referencia, con lo que sólo se obligó a disminuir el precio de los productos que llevan más tiempo en el mercado, para los que ya ha vencido la patente. El sistema se hizo además más suave que el anterior, ya que concede tres años al laboratorio para que adapte el precio, de acuerdo con el coste del fármaco, si la rebaja es muy fuerte.
Pese a la mejoría de las relaciones, los representantes de Farmaindustria han afirmado que mientras en la Unión Europea los laboratorios dedican más del 14% de su facturación a investigar, en España este porcentaje es del 6%. Además, hay un factor de calidad: casi la mitad de la inversión, 412 millones, se dedica a investigación clínica; es decir, las últimas fases del ensayo frente a sólo 154 millones en investigación básica que es la realmente innovadora.
