Los propietarios han decidido no pagar las hipotecas si el Gobierno central no detiene la idea de derribar sus viviendas.
Más de 200.000 propietarios españoles no saben cómo actuar ante el derribo de sus viviendas cercanas a la costa. Una idea que se les ha ocurrido es dejar de pagar las hipotecas de sus viviendas, edificadas a menos de 100 metros del mar.
Según la Ley de Costas de 1998, estas construcciones están prohibidas. La entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, reafirmó esta ley con carácter retroactivo.
Los propietarios han decidido no pagar sus hipotecas y cambiar su dinero a bancos extranjeros si en septiembre no reciben otra respuesta por parte del Gobierno central que el derribo de sus viviendas.
Los afectados no sólo poseen viviendas, sino también restaurantes, hoteles y otros negocios. La mayoría de las personas afectadas están pagando sus hipotecas, entre las cuales algunas ascienden a 400.000 euros.
