En el auto de prisión, se señala que todo el grupo conforma una homogénea estructura, en la que los principales dirigentes se conocen desde jóvenes y desde aquellos tiempos eran compañeros de pequeñas bandas. Los miembros de los grupos mafiosos rusos detenidos y encarcelados comparten responsabilidades y se reparten poder, manteniendo entre sí relaciones lucrativas, y utilizando sus contactos para "pedir u otorgar favores en el ámbito político, económico, financiero y judicial".
Baltasar Garzón ordenó ayer prisión incondicional de trece de los detenidos en la operación Troika, entre ellos los supuestos cabezas Gennadios Petrov y Alexander Malyshev, y libertad bajo fianza para dos, tras considerar que existen "bastantes indicios" para vincular a todos ellos con la denominada comunidad criminal conocida como Tambovskaya Malysevskaya, asentada en España desde 1996 para dedicarse a actividades de blanqueo de dinero y enriquecimiento.
Según informamos ayer las acusaciones son falsificación de documento mercantil, asociación ilícita, delito fiscal, blanqueo de dinero, falsedad en documento público, y un delito de simulación de contrato.
A Petrov, quien desde su llegada a España en 1998 ha acumulado un valor patrimonial superior a los 30 millones de euros, se le atribuye la autoridad del grupo mafioso Tamboskaya, pero ya acumula numerosos antecedentes penales en Rusia. De Alexander Malyshev, Garzón cree tener suficientes evidencias para tenerle por máximo dirigente de Malyshevskaya; interrelacionado con el grupo que dirige Petrov.
Los asesores jurídicos Juan Antonio Untoria y Julián Jesús Angulo, que se encargaban de diseñar el entramado financiero del grupo mafioso también han sido enviados a prisión.
