Desde que diversas cabezas visibles del Gobierno insinuasen que podrían subirse los impuestos, hasta que esta semana el Presidente lo afirmase en su comparecencia parlamentaria, mucho se ha especulado acerca de la presión fiscal. Tras saber que la medida paliativa de los 400 euros se eliminaba, ahora parece decantarse por donde van los tiros: por subir el IVA. ¿Y por qué no la tributación de las SICAV?
La Vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, admitió hoy que la subida del IVA es una de las posibilidades abiertas en estos momentos, tal y como dijo ayer el presidente del Gobierno.
En una entrevista concedida a Radio Nacional de España, Salgado recordó que la imposición indirecta es una de las más bajas de Europa, motivo por el que el Gobierno está barajando la posibilidad de acometer una eventual subida de estos tributos.
La Vicepresidenta económica admitió que el Ministerio de Economía continúa examinando todas las figuras impositivas, aunque sí se han descartado algunas cosas, como los cambios en los tipos y las tarifas de las rentas del trabajo o la supresión de la ayuda de 2.500 euros por nacimiento.
Asimismo, reiteró que el Gobierno se ha mostrado dispuesto a estudiar alguna posibilidad en las rentas de capital y las plusvalías.
Sobre los 15.000 millones que recaudará el Estado con la subida de Impuestos, Salgado dijo que hay que comparar esta cifra con el descenso de 20.000 millones que logró acometer el Gobierno con la reducción de cinco puntos en el Impuesto de Sociedades o la supresión del Impuesto de Patrimonio, entre otras cosas.
¿Y las SICAV?
Aumentar la presión fiscal es una medida que sufre máxima contestación social, sobre todo a la vista de los visibles dispendios económicos de las diferentes Administraciones -nacional, autonómicas, municipales; más el amplio hojaldre de organismos que genera cada una de dichas administraciones, y el gasto que genera también la presencia allende nuestras fronteras de alguna de dichas administraciones y organismos-. Dicha contestación social se ha visto incrementada desde que se anunció que la medida de los 400 euros iba a ser suprimida.
Analistas sugieren, repetidamente, pulsar a los grandes patrimonios, a través de entrar en las SICAV (Sociedad de Inversión de Capital variable). Éstas se rigen por la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de Instituciones de Inversión Colectiva.
Las SICAV son sociedades anónimas que tienen por objeto exclusivo la adquisición, tenencia, disfrute y administración en general y enajenación de valores mobiliarios y otros activos financieros para compensar por una adecuada composición de sus activos, los riesgos y los tipos de rendimientos sin participación mayoritaria económica o política en otras sociedades. Tiene un régimen fiscal muy favorable.
Se calcula que existen en España más de 400.000 personas que tienen sus ahorros en SICAV, algunos privados -como los que poseen Amancio Ortega o Alicia Koplovitz– y otros que se comercializan y suscriben libremente.
