Todo el mundo es consciente de la singular importancia que la vivienda presenta en nuestras vidas, porque cubre una de las necesidades más básicas del ser humano. Por ello, su disfrute debe ser protegido e incentivado por aquellas ramas del Derecho relacionadas con ese bien, y una de ellas es, indudablemente, el Derecho Tributario. En efecto, son muchos los tributos que recaen sobre la vivienda y que pueden facilitar su acceso si se garantiza una adecuada regulación de sus elementos esenciales.
Las dos crisis económicas que hemos padecido en estos últimos trece años han reactivado formas de uso de la vivienda en personas adultas que en épocas de bonanza parecían prácticamente superadas (p. e., el derecho de habitación), y han propiciado nuevas y sofisticadas fórmulas de su disfrute. Es cierto que el art. 47 de nuestra Constitución no exige que ese acceso sea a través del derecho de propiedad, ya que caben otros derechos que también cumplirían el mandato constitucional, como sucede de forma paradigmática con el arrendamiento, figura que acertadamente se desea potenciar con especial intensidad. Este planteamiento resulta coherente con la situación social que nos rodea, caracterizada por una fuerte precariedad laboral, que impide asumir deudas de cierta cuantía y a largo plazo, así como por una notable movilidad en los puestos de trabajo, lo cual desincentiva adquirir en propiedad una vivienda que posiblemente deba venderse a los pocos años de haberse comprado. Pero siendo esto cierto, no cabe ignorar la seguridad que ofrece a los ciudadanos ostentar la propiedad de un bien tan básico como este y del que podrán disfrutar durante toda su vida, al tiempo que aumentan un patrimonio que podrán legar a sus herederos en el futuro.
Por todo ello, cobra sentido que nuestra legislación fiscal también potencie el acceso a la propiedad de la vivienda, y como son muy pocos los ciudadanos que poseen suficiente dinero para abonar su precio íntegro en el acto, la inmensa mayoría debe acudir al préstamo o a otras fórmulas de financiación que faciliten la compra del inmueble.
En este orden de ideas, resulta especialmente interesante el libro sobre Aspectos tributarios de la financiación de la vivienda, recientemente publicado por Thomson Reuters y dirigido por el profesor Juan Enrique Varona Alabern, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Cantabria. Tal y como indica su título, en este libro se analiza el tratamiento tributario de las figuras jurídicas más típicas que sirven para financiar la adquisición de la vivienda.
Ocupa el primer capítulo un estudio de carácter general que examina el impacto económico de la financiación de la vivienda en nuestro país. Para diseñar una acertada política fiscal en esta materia es necesario conocer sus entresijos económicos, es decir, cómo se articula y qué efectos produce en el ámbito socioeconómico. Solo mediante un conocimiento profundo de esta perspectiva se podrá discernir cuáles son las medidas tributarias más adecuadas desde la equidad, la eficiencia y la practicabilidad administrativa.
A nadie se le escapa que el préstamo hipotecario es la figura más utilizada para acceder a la propiedad de la vivienda, lo que justifica no solo que sea objeto de un examen pormenorizado en varios tributos, sino también que merezca un estudio desde su perspectiva más prístina, como es el Derecho Civil. En este sentido, el libro contiene un capítulo que de forma específica examina este complejo contrato desde la óptica civilista, lo que confiere a esta obra mayor completud y una enriquecedora interdisciplinariedad.
No podía faltar un exhaustivo examen de la tributación del préstamo hipotecario en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Su estudio presenta singular interés no solo por ser el contrato más utilizado para poder acceder a la propiedad de este inmueble, sino también por la polémica jurisprudencial que hace poco más de tres años suscitó su tributación, que se tuvo que cerrar mediante una reforma legal de urgencia operada por Decreto Ley. Pocas cuestiones han suscitado tanto revuelo social, tanto protagonismo mediático y tanto enfrentamiento interno en el seno de la Sala Tercera del Tribunal Supremo como las sentencias de este tribunal que cambiaron de criterio en torno al sujeto pasivo de la cuota gradual de Documentos Notariales del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Aunque la normativa actualmente vigente es más clara en este extremo, no ha quedado exenta de sombras e incertidumbres, lo que, unido al original planteamiento de su autor, convierten este apartado en un estudio especialmente interesante.
Otro capítulo versa sobre la fiscalidad de la financiación de la compra de vivienda en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y en el Impuesto sobre la Renta de no Residentes. Aunque su eje central lo constituye la tributación del préstamo hipotecario, también se analizan otras figuras que hacen más accesible la adquisición de vivienda, tales como el aplazamiento del pago, la condición resolutoria expresa, el pacto de reserva de dominio y el crowdfunding inmobiliario.
No cabe duda de que se facilita la adquisición de la vivienda habitual con la exención en el IRPF de la ganancia patrimonial que se manifiesta tras su venta, cuando se reinvierta la cantidad obtenida en la compra de otra vivienda de este tipo. En general, nuestro legislador fiscal ha sido poco generoso a la hora de regular los beneficios tributarios aplicables a la vivienda, pero uno de ellos lo constituye esta exención, que tanto ahorro proporciona a miles de contribuyentes. No es extraño, por tanto, que su estudio ocupe un capítulo específico de este libro.
Otra útil figura para facilitar la propiedad de la vivienda es el arrendamiento con opción de compra, que también cumple una finalidad financiera al permitir en muchos casos adelantar unas cantidades que se descontarán del precio final de la vivienda. En dos capítulos diferentes de esta obra se acomete un profundo y exhaustivo estudio de su regulación en tributos tan importantes como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Impuesto sobre el Valor Añadido.
Los diversos capítulos de este libro han sido elaborados por prestigiosos profesores universitarios sobradamente conocidos en la comunidad científica. Todos ellos poseen una dilatada carrera académica, bien aderezada con abundantes y cualificadas publicaciones en las mejores editoriales del país.
El libro puede ser de gran utilidad para los asesores fiscales, los abogados tributaritas, las entidades financieras, las empresas inmobiliarias y, en general, todas aquellas personas interesadas en la materia fiscal.
