- Los despachos buscan abogados que dominen herramientas de gestión documental, análisis de datos, automatización legal o inteligencia artificial aplicada
- Cada currículum debe adaptarse al tipo de despacho, área jurídica y perfil del puesto
La transformación del sector legal no solo afecta la forma de ejercer la abogacía, sino también cómo los profesionales presentan su trayectoria. De cara a 2026, los despachos y departamentos legales están priorizando perfiles que combinen experiencia jurídica con habilidades tecnológicas, estratégicas y comunicativas. Reenfocar el currículum es clave para destacar en este nuevo entorno.
Adaptar el enfoque: de tareas a impacto
Los currículums tradicionales centrados en funciones genéricas están perdiendo relevancia. En su lugar, se valoran descripciones que reflejen impacto concreto, como resultados obtenidos, casos relevantes, mejoras en procesos o contribuciones estratégicas. Por ejemplo, en lugar de “redacción de contratos”, conviene destacar “optimización de cláusulas contractuales que redujeron riesgos operativos en un 30 %”.
Competencias digitales y multidisciplinares
Los despachos buscan abogados que dominen herramientas de gestión documental, análisis de datos, automatización legal o inteligencia artificial aplicada. Incluir certificaciones, formación complementaria o experiencia en entornos digitales puede marcar la diferencia. También se valora la capacidad de trabajar con equipos multidisciplinares, especialmente en áreas como compliance, fiscalidad internacional o propiedad intelectual.
Personalización según el puesto
Cada currículum debe adaptarse al tipo de despacho, área jurídica y perfil del puesto. Para firmas boutique, conviene resaltar especialización y trato personalizado; para grandes firmas, experiencia en entornos complejos y trabajo colaborativo. En el sector corporativo, se prioriza la visión estratégica y la capacidad de anticipar riesgos legales.
Visibilidad y formato
Además del contenido, el formato importa. Un diseño limpio, con secciones claras y lenguaje profesional, facilita la lectura. Incluir enlaces a publicaciones, perfiles profesionales (como LinkedIn) o proyectos relevantes puede reforzar la credibilidad. También es útil incorporar palabras clave que faciliten la visibilidad en sistemas de selección automatizados (ATS).
Recomendaciones finales
- Revisa tu currículum cada seis meses para mantenerlo actualizado.
- Prioriza logros medibles y habilidades transferibles.
- Incluye formación continua, idiomas y competencias digitales.
- Adapta el tono y el contenido al tipo de empleador.
- Sé estratégico: tu currículum debe contar una historia coherente y orientada al valor que aportas.

