
Este segundo semestre del año es clave para adelantarnos a la regulación normativa que entrará en vigor en enero de 2026, conocida como Verifactu (derivada del Real Decreto 1007/2023 y la Ley Antifraude (11/2021), reforzados por el RD 254/2025).
Sobre este tema, más que escribir, me gustaría poder sentarme con vosotros, mis queridos abogados lectores, e intercambiar puntos de vista que acerca del sistema de facturación verificable. Aunque no descarto hacerlo con todos aquellos que se animen y con algunos amigos del sector, voy a trasladar, desde la perspectiva de la consultoría tecnológica, y a través de este breve artículo, cómo debe ser la implementación de esta normativa.
Consciente de que el fin último de la facturación digital es garantizar la integridad, la trazabilidad de las transacciones comerciales y optimizar el control fiscal electrónico, los expertos en digitalización vemos en esta obligación mucho más que evitar el fraude fiscal. Esto es, precisamente, lo que te voy a revelar: Verifactu puede ser al trampolín a la digitalización que muchas empresas y profesionales necesitaban. Además de esto, puede ser una gran ventaja competitiva. Veamos por qué, pero antes, repasemos brevemente en qué consiste, por si aún no has podido familiarizarte con la facturación digital.
Objetivos de la facturación digital
De forma resumida, el gobierno pretende que a través del sistema Verifactu se pueda generar un registro digital inalterable de cada factura emitida. Esto implica que se deban incorporar mecanismos como firmas electrónicas o códigos QR para asegurar la trazabilidad de cada transacción comercial. Y por otra parte que, a través del sistema, los registros se transmitan automáticamente a la Agencia Tributaria en tiempo real o de forma inmediata.
Las claves de la normativa inciden en:
- Datos veraces, derivados de la inalterabilidad de las facturas a través de un sistema que impida su manipulación.
- Uso de técnicas de criptografía, que asegure la secuencia cronológica de las facturas.
- Verificación con la firma electrónica, que garantice la autoría y la integridad de cada factura.
- Inclusión de códigos QR para que cada factura incluya un QR legible que enlace con los datos registrados en la AEAT.
- Remisión automática y síncrona de los datos a Hacienda.
Mejorar procesos internos, reducir errores y ser más precisos
Bajo este titular resumo lo que nosotros, los expertos en digitalización, vemos en Verifactu. La digitalización real del backoffice financiero de las empresas va a conducirles a la transparencia operativa y algo muy relevante en esta era: la optimización de procesos digitales internos. A través de la facturación electrónica se pueden desarrollar auditorías más eficientes que reducen la consecución de errores. Asimismo, la mejora del flujo del caja, derivado de un sistema más preciso, permite hacer previsiones de tesorería más oportunas y generar confianza con los clientes.
Sin duda, esta normativa supone un fuerte impulso hacia la digitalización para aquellos a los que la transformación cuesta más; pymes y autónomos, tienen aquí una oportunidad para generar mayor eficiencia, reducir errores mejorando el ahorro en costes y de todo esto, se derivan consecuentes mejoras en competitividad.
Cómo abordar la ley para que suponga una oportunidad
Los consultores tecnológicos nos enfocamos en las ventajas que conlleva Verifactu para que las empresas puedan abordar esta nueva medida como refuerzo interno. En este sentido, es necesario definir bien un plan que garantice el éxito en la implementación de esta norma:
- Analizar el estado actual del despacho, para identificar qué sistema de facturación se está usando y si cumple lo que exige la norma.
- Realizar una planificación técnica para definir la integración de certificados, firmas, APIs y QR en roadmap.
- Elegir elsoftware homologado o implementar APIs tier‑1 para garantizar el funcionamiento correcto del sistema de facturación que exige el gobierno.
- Abordar el cambio con organización y formación, para capacitar a los responsables contables y financieros.
- Realizar auditorías continuas, comprobando los registros y su trazabilidad.
- Prever la escalabilidad futura. Y esto es especialmente importante, porque integrar Verifactu como parte de la estrategia digital, supone aprovechar la interoperabilidad y la información que se puede extraer de la analítica fiscal para tomar decisiones más acertadas.
Planteada así, la ley Verifactu marca un cambio disruptivo en la facturación digital obligatoria en España, ya que, más allá de su cumplimiento, puede ser un impulso para mejorar procesos en los despachos y reforzar la transparencia fiscal. Convencido de que supondrá un antes y un después en la forma en que se concibe la facturación, desde el punto de vista de los líderes tecnológicos se plantea como un avance en la madurez digital, así como en la automatización de procesos y un cumplimiento inteligente que deriva a su vez, en ahorro.
Por todo esto, es sabio plantear una adaptación temprana, que permita a los bufetes a adelantarse y aprovechar cuanto antes las ventajas que suponen el ahorro de tiempo, errores, sanciones y genera confianza fiscal.