¿Usas los datos de los que dispones para tomar decisiones?
Muchos, quizás demasiado titulares nos llegan sobre el comercio de los datos. Aunque si pensabas que esto era “cosa de las grandes empresas”, en este artículo pretendo aportarte una nueva perspectiva sobre cómo puedes aprovechar la información que ya tienes en tu poder.
La experiencia te habrá ido enseñando que antes de tomar decisiones, es fundamental recabar y procesar la información necesaria. Bien sabes que la documentación sobre un caso va a determinar la manera de afrontarlo. Esto no es sólo aplicable a tu trabajo como jurista. Y es que quizás que no te has parado a pensar en la importancia que tienen los datos que manejas para que tu empresa pueda evolucionar.
En esta sociedad, donde los datos son la divisa más importante a nivel global, el uso de herramientas que ayuden a interpretarlos es crucial. La informatización o digitalización se basa en el procesamiento de datos y para que tengan valor, el arquetipo actual requiere del filtrado y presentación de estos de manera ágil y atractiva. De nada sirve disponer de muchos datos si no podemos digerirlos para quedarnos con los que nos pueden servir realmente.
Antes de la aparición de las bases de datos y del tratamiento masivo de la información, éramos conscientes de la necesidad de disponer de información para tomar decisiones. Con la llegada de las TIC nos hemos ido acostumbrando al uso de bases de datos y a sistemas de tratamiento de datos, pero quizás de una forma más parcelada, como si sólo pudiéramos utilizar la documentación para ejercer nuestra actividad profesional, sin reparar en que es lícito utilizar lo que sabemos para otras cuestiones relacionadas con el crecimiento de la propia empresa. Dentro de la legalidad y sin mercadear con la información que manejamos, podemos aprender mucho de cómo invertimos nuestro tiempo a diario, qué clientes compensan y a qué tareas debemos dedicar más o menos horas semanales. Es bien sabido que la mayoría de las empresas que se encuentran en el ranking internacional, generan la mayor parte de sus beneficios a través del tratamiento de la información que manejan para conocer los gustos y preferencias de sus consumidores. En el caso de empresas como Meta (Facebook/ Instagram) comercian a través de sus propias plataformas publicitarias y ese probablemente no sea aplicable a pequeños despachos o pymes. Pero cualquiera, independientemente de su tamaño, puede desgranar la información con la que trabaja a diario para adecuar aún más su servicio.
Llegados a este punto, tampoco me gustaría que pensaras en el flujo de datos para uso exclusivamente publicitario. De hecho, dedicar esfuerzos a analizar datos de clientes para tomar decisiones acordes a mejorar la atención, es seguramente el valor diferencial de un despacho que sabe cómo crecer.
Si hasta ahora has almacenado información para tener un registro de clientes, casos u operaciones, intenta coger perspectiva para ver cómo te puede servir para gestionar mejor tu tiempo y optimizar tu trabajo.
Uno de los retos de la informática actual estriba en la mejora de la gestión de datos para interrelacionarlos y mostrarlos de una forma accesible e inteligible a simple vista. Imagina tener una visión global de todos esos datos que has ido manejando a lo largo de tu trayectoria…
El desarrollo del denominado business intelligence es la respuesta a todo esto. La capacidad analítica del cruce y manejo de toda la información contenida en las bases de datos es una ventaja competitiva que permite disponer de informes que transforman el inmanejable volumen de datos en información precisa y completamente accesible para cualquiera.
A través del business intelligence no nos tendríamos que perder entre miles de filas y columnas de hojas y libros de Excel o entre los datos disgregados de nuestros medios online (los que se extraen por ejemplo, del tráfico de una web), por no hablar de las complejas sentencias en SQL (lenguaje de BBDD más usado en todo el mundo en las que invertimos muchas horas los informáticos). A través de pocos clics accedemos informes amigables, gráficos que se pueden entender de un simple vistazo. Como habrás dilucido, todo esto se traduce además en eficiencia y ahorro de tiempo.
¿En qué podrías invertir esos datos cotejados ya en informes que se generan de forma automática?
Pues son una gran ayuda no sólo en la toma de decisiones, sino también en la generación de estrategias, la optimización de recursos o simplemente para procurar una mejora continua en tu bufete.
Si ahora te preguntas si estas herramientas de Business Intelligence están al alcance de todos, la respuesta podría ser sí, pero lo más recomendable es delegar esta tarea a profesionales técnicos que puedan ayudarte tanto a diseñar los informes que te interesa obtener, como a extraerlos para cotejarlos a través de las herramientas adecuadas. La siguiente cuestión sería ¿qué inversión necesito?
Dependerá del origen de los datos y del volumen, pero está al alcance de todos. En la actualidad, además, todos los autónomos y pymes se pueden beneficiar del KIT Digital, que incluye subvenciones para el tratamiento y el manejo de la información contenida en las bases de datos. Si apuestas por el Business Intelligence podrás acceder a paneles de datos estructurados de fácil visualización, completamente personalizados para tu empresa y tu casuística. El objetivo es que puedas hacer comparativas, contrastar, compartir datos en diferentes formatos para así acceder a los informes desde tus dispositivos.
– La información es poder y la que tú manejas es muy valiosa para ti-.
