LegalToday ha conversado con Javier Fernández Rodríguez, director de Sector Público, Seguridad y Estrategia Digital del Principado de Asturias. Este gijonés, ingeniero Superior Industrial por la Universidad de Oviedo y Master en Administración y Dirección de Empresas, MBA Ejecutivo, Instituto Universitario De Empresa, IUDE, destaca la importancia que tiene para la Administración pública si cuenta con las herramientas adecuadas para su día a día.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en julio una inversión de 140.000M € para la digitalización de las Administraciones Públicas, pero llevamos años hablando de ese proceso de transformación y cada CCAA ha ido priorizando, de acuerdo a sus necesidades. ¿En qué punto del proceso se encuentra el Principado de Asturias?
En el Principado de Asturias estamos volcados en transformarnos en una plataforma de servicios públicos digitales. Para ello, tenemos mucho camino que recorrer, donde la gestión y explotación de Datos, la eficiencia operativa y la mejora de la experiencia de usuarios son ejes estratégicos, pero ya es una realidad que hay cerca de 1000 procedimientos administrativos digitalizados, diariamente se crean unos 700 expedientes electrónicos y se realizan unos 6.000 trámites de forma digital. En pleno confinamiento estricto, se superaban los 3.000 trámites de forma electrónica al día. Estos datos son sólo un ejemplo de la gran cantidad de proyectos que se han ido abordando en el Principado de Asturias de forma sostenida para la mejora de los servicios públicos a través de la tecnología.
La situación que estamos viviendo tras la llegada de la COVID-19 ha supuesto que el teletrabajo sea más que nunca una necesidad para continuar con el día a día de profesionales y de la Administración. ¿Estaba Asturias preparada o sigue siendo un reto? ¿Se han visto algunas áreas más afectadas que otras?
Se ha demostrado que sí estábamos preparados, tanto por la capacitación de los técnicos que han logrado implementar las infraestructuras necesarias para facilitar el teletrabajo a todos los empleados públicos de la Administración del Principado, como por disponibilidad de las tecnologías necesarias para ello. No obstante, debemos reconocer que no estaba en los planes a corto plazo implantar este modelo de trabajo, por lo que quedan aspectos que se deben acabar de definir y ajustar la fórmula implementada para que sea algo sostenible en el tiempo y se acabe de consolidar. Evidentemente, hay áreas más afectadas que otras. Existen ámbitos de trabajo donde no es posible hacer un trabajo no presencial, pero el objetivo era facilitar al resto los medios necesarios para hacerlo en las mejores condiciones.
¿Es hoy más que nunca necesario aliarse e invertir en tecnología?
Invertir en tecnología siempre ha sido rentable. Supone una herramienta fundamental para ser más eficiente en las tareas a realizar en cualquier campo. En estos momentos se da una circunstancia especial en cuanto a la aparición simultánea de diferentes tecnologías que aportan avances de gran calado. Ignorar esta tendencia o no darle la importancia que tiene sí puede suponer quedarse absolutamente desposicionado en cualquier sector en el que se opere, incluyendo los servicios públicos.
¿Qué le piden a la tecnología para poder convertirse en una aliada de la Administración? ¿Existen requisitos particulares?
Nuestro objetivo es que los servicios que ofrecemos a la sociedad sean los mejores. Existe la visión de la Administración como un ente rígido, lento, controlador… La tecnología debe ayudarnos a dar un vuelco a esa percepción. Nos proporcionará la posibilidad de llegar a ser proactivos en lugar de reactivos. Proporcionar los servicios en el momento adecuado, justo cuando se necesitan y en la proporción adecuada. Existen muchos requisitos, pero uno fundamental es que existan soluciones para todos. La Administración no puede conformarse con “nichos” de clientes. Debemos atender a toda la sociedad y disponer de soluciones para cada sector de la misma. Nadie puede quedar desatendido porque no pueda acceder a nuestras soluciones tecnológicas.
¿Qué retos quedan por abordarse?
Muchísimos. Las posibilidades son enormes y hoy en día sólo atisbamos a ver cuáles son las líneas a trabajar, pero es difícil saber hasta dónde se puede llegar. La utilización de la Inteligencia Artificial, el 5G o el blockchain, por ejemplo, plantean tantas opciones de nuevos servicios y de nuevos modelos de trabajo, que es imposible saber hoy dónde estaremos en la próxima década. El mayor reto es tener la visión de acertar en la priorización de los proyectos que aporten mayor valor.
LegalToday, como medio especializado en el sector legal, quiere aprovechar para hacer zoom en los servicios jurídicos de la Administración. ¿Dónde se centran los retos en esta área? ¿Es el proceso de digitalización un proceso más maduro o, por el contrario, es una de las áreas donde se ha de poner el foco?
Los servicios jurídicos tienen una labor muy complicada en estos tiempos. Por un lado, deben facilitar la transformación digital de la Administración con importantes reformas normativas, pero también deben adaptarse a los nuevos riesgos que estos cambios generan, velando por la seguridad jurídica de los nuevos procesos de trabajo. No será viable la transformación si el ámbito jurídico no acompaña a los avances tecnológicos, regulando su aplicación de forma adecuada. No es una tarea sencilla, pues no valdrá con la adaptación de los procesos actuales a unas nuevas herramientas, sino que, en muchos casos, será necesario replantearlos desde cero.
