Mi admirado Stefan Zwieg dedicaba en su trepidante libro ‘Momentos estelares de la humanidad’ un capítulo a la celebérrima locura colectiva que se desató en Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XIX a causa del oro. En el capítulo titulado ‘El descubrimiento de El Dorado’ narraba de una manera magistral cómo el bueno de Johann Augustus Sutter sufrió en sus propias carnes las consecuencias de una avaricia desmedida, el deseo de enriquecerse de sus coetáneos a toda costa. Y sí, la carne es débil. El brillo puede al hombre igual que a la urraca. Con ese afán de prosperar tiene que ver esta nueva frontera del mundo digital en el que vivimos.
- ¿Qué son o para qué sirven sirven los NFT (Non Fungible Tokens)?
Algunos dirán que es una inversión (equivalente a adquirir una acción o más bien una criptomoneda), otros que es una forma de financiación (similar a un crowdfunding) y los gurús del marketing que es una forma de publicidad para incrementar las ventas (similar a una tarjeta o un club de fidelización). Yo, personalmente, me quedo con que un token puede ser todas esas cosas y lo que uno quiera. El terreno por explorar es tan fértil como peliagudo (por desconocido). De momento no hay reglas al respecto, por lo que uno puede conceptualizar el objeto que denominamos NFT y su contrapartida como quiera. De hecho he tenido la suerte de estar involucrado en procesos de tokenización de lo más variopintos y puedo asegurar que a la gente no le falta imaginación. Entonces, si es una forma original y sencilla de reunir todas las cosas que he descrito ¿Dónde está el problema? En la incertidumbre, como siempre. ¿Qué hará el legislador? No lo sabemos. ¿Qué pasará con la tributación? La otra gran incógnita que en este foro preocupa especialmente.
- ¿Un mercado al alza?
Mientras otras realidades íntimamente relacionadas con la tecnología blockchain, como son las criptomonedas parecen estar pasando por un mal momento, al acusar, entre otros factores, la inestabilidad actual en países como Kazajistán, con fuerte vocación por la actividad de minado de criptodivisas, los criptoactivos podrían resultar más inmunes a la geopolítica. Su comportamiento aún es difícil de predecir pues se trata de una realidad demasiado nueva y vasta como para poder actuar en referencia a periodos anteriores o experiencias análogas. He aquí algunos hitos que pueden ser claros indicadores del potencial de esta herramienta del capitalismo digital:
- En Octubre del año pasado se produjo la venta de la obra CryptoPunk #9998, de Larvalabs, por valor de 532 millones de dólares, aunque tal transacción levantó sospechas pues parece que horas después fue desecha, volviendo la obra a su lugar de origen y los fondos al comprador. Quién sabe si todo ello con fines de inflar artificialmente el precio del token o generar impacto.
- En Septiembre el 2021 el éxito del proyecto patrio de Anna Carreras denominado Trossets, que se vendió como la espuma en tan sólo cuarenta y cinco minutos, habría llegado a recaudar una cifra -no confirmada por la artista- que oscilaría entre los 5 y los 10 millones, resultado que dejó atónita a la propia creadora, a pesar de que esta lleva años en el sector del arte digital.
- Y cómo no recordar al mítico y adorable meme volador, que seguro casi todos recordaréis, de “Nyan Cat” autoría de Chris Torres, quien el pasado febrero decidió hacer una versión única firmada de su obra gracias a la tecnología blockchain que se subastó por el nada desdeñable precio de 360.000 euros.
Pero el incremento de la popularidad de esta peculiar tipología de activos no se limita al arte, sino que abunda en mundos tan lucrativos como el del deporte (el Manchester City incluye entre sus piezas de colección para sus fans NFTs) o incluso en el inmobiliario, por extraño que parezca. La realtech americana Propy consiguió ser la primera empresa en organizar una subasta de un inmueble tokenizado.
Así pues, podemos decir que el año pasado fue el de despegue de esta nueva forma de economía. Ahora sólo queda entender si ha llegado para quedarse o se disipará como humo después de todo.
- Perspectivas sobre su futuro tributario
Sin duda la pelota se encuentra del lado del legislador y, en última instancia, las autoridades fiscales para determinar cuál será la forma de tasación de esta peculiar forma de transacción económica. Como decía al principio, dependiendo de la consideración que tenga el objeto adquirido y su contraprestación podríamos estar hablando de hechos imponibles netamente distintos. Si lo asociamos al crowdfunding podría caer en la órbita de una donación, si se trata de una mera inversión deberíamos pensar en rendimientos de capital mobiliario o si se trata de una simple transacción/compraventa, entonces plusvalía o rendimiento de actividad económica.
¿Cuál parece ser el enfoque dominante hasta hoy?
Es difícil de decir, ya que, así como las criptomonedas tienen un perímetro claramente delimitado, lo que facilita entender y abordar su tributación, en el caso de los Token nos encontramos ante un universo tan amplio o informe que ni siquiera el ‘influencer’ tributario por excelencia, la OCDE, lo tiene claro aún. Así, el propio Julien Jarrige, asesor del citado organismo y coautor de un texto clave sobre la fiscalidad de las criptodivisas: “Taxing Virtual Currencies: An Overview of Tax Treatments and Emerging Tax Policy Issues” (en su versión inglesa), afirma sobre los NFT que hay mucho en juego y los contribuyentes exigen por ello la existencia de un marco normativo claro. Pero, lamentablemente, las reglas del juego aún están, en gran medida, por definir. Tampoco sabemos lo que hará al respecto la Unión Europea, así que nos tocará esperar a ver el desarrollo de la normativa o paquete MiCA (Markets in Crypto Assets). Estaremos todos expectantes ante un mundo nuevo de oportunidades…y normas que se abre ante nosotros.
