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28/03/2024. 21:11:41

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Fase piloto para los esperados “Project Bonds”

Financiación de las nuevas infraestructuras comunitarias

of counsel de Jones Day

Desde finales de 2010 la Comisión Europea (CE) viene impulsando una iniciativa que favorecerá la captación de recursos ajenos para financiar determinados proyectos a nivel de la Unión Europea.

Gráficos en barra y en quesito

Se trataría principalmente de proyectos en el ámbito de las infraestructuras, fundamentalmente de transporte, de energía y de telecomunicaciones, la mayoría de los cuales ya se encontrarían pre-identificados como así consta en la propuesta de Reglamento elaborado por la CE, tras el correspondiente período de estudio previo y consultas a las principales instituciones y organismos financieros europeos, para crear la denominada "Connecting Europe Facility" (CEF) como marco general de actuación en base al cual se articularán distintos instrumentos encaminados a la consecución del desarrollo de las infraestructuras comunitarias durante el período 2014-2020. Entre dichos instrumentos figura la denominada "Europe 2020 Project Bond Initiative" o más comúnmente conocida como la iniciativa de los "Bonos Proyecto" en base a la cual, en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), se tratará de reactivar los mercados de bonos y facilitar a los promotores de infraestructuras la captación de financiación a largo plazo.

En un principio no se esperaba que dicha iniciativa entrara en funcionamiento antes de 2014, si bien la escasez de liquidez ha llevado a la CE a apostar por que esta alternativa complementaria de financiación, una vez aceptada la propuesta de la CE por el Parlamento y el Consejo de la UE, se pruebe durante dos años para evaluar su viabilidad, ajustar, en su caso, las lagunas y/o deficiencias que se detecten sobre la mecánica prevista, su funcionalidad y efectos reales y finalmente para que los principales actores del mercado se familiaricen con la misma.

Por tanto en los dos próximos años, esta fase piloto tratará de impulsar, desde las instituciones comunitarias, nuevas fórmulas que permitan abrir los mercados de capitales a potenciales nuevos inversores. En el escenario actual se hace preciso indagar sobre nuevas fórmulas o estructuras de financiación que permitan facilitar la concesión de crédito por los sectores más tradicionales. Estas nuevas vías ayudarán a atraer inversiones, no sólo a nivel europeo sino a un nivel más globalizado, desde otros ámbitos hasta la fecha inexplorados como fondos de pensiones, fondos soberanos y compañías de seguros, entre otros, todos ellos con necesidades de invertir sus recursos en activos a largo plazo, en la mayoría de los casos bajo el paraguas de un determinado rating crediticio, si bien no se han creado con el fin de sustituir sino más bien el de complementar la financiación bancaria tradicional.

La principal carácterística de la propuesta es la creación de distintos tramos de deuda en el marco de una financiación, cada tramo con cierta prelación de cobro sobre los demás, a saber y por orden de prioridad: deuda senior, a través de líneas de financiación tradicional o de la emisión de bonos ("bonos proyecto") con un rating mínimo que variará en la fase piloto según las características del proyecto (desde un mínimo de BBB+ o equivalente para proyectos más pequeños y menos complejos hasta un mínimo de A o equivalente para proyectos más grandes y complejos); deuda junior, subordinada a la senior; y fondos propios. La intervención y/o aseguramiento por parte del BEI (quién podrá intervenir con fondos especialmente asignados al mismo y/o con líneas adicionales de financiación facilitadas por la UE, lo que conllevaría una asunción de riesgo compartida entre uno y la otra) vendría al nivel de la deuda junior, que podrá tomar la forma de bien un préstamo concedido a la compañía proyecto o bien una línea de crédito contingente que podrá ser dispuesta para cubrir el servicio de la deuda bancaria (inclusive la derivada de los bonos proyecto) en caso necesario o una combinación de ambas, todo lo anterior durante toda la vida del proyecto si bien con más énfasis en sus primeros años donde el período de construcción e inicio de explotación del proyecto se hacen más trascendentales de cara al riesgo financiero, no excediendo en ningún caso la deuda junior en aproximadamente más del 20% de la deuda senior.

La puesta en marcha de esta fase piloto precisa sin embargo de los correspondientes y necesarios cambios legislativos en la actual normativa comunitaria con el fin de, entre otros, poder reasignar ciertas partidas presupuestarias existentes en la actualidad para otros programas de inversión durante el período 2007-2013. Tales cambios legislativos son los que ha propuesto recientemente la CE al Parlamento y al Consejo con el fin de poder dotar a esta fase piloto de hasta 230 millones de Euros para su desarrollo dentro del programa de inversión total prevista para la CEF de hasta 50.000 millones de Euros.

Los proyectos que la CE estaría contemplando en esta fase no superarían los 10 aproximadamente (se habla de proyectos en estado de desarrollo técnico y de financiación ya avanzados o que requiriesen de refinanciación después de su fase de construcción) dadas las limitaciones presupuestarias asignadas para esta fase y deberán contar con ciertos criterios de eligibilidad aún no definidos en su integridad, pero sobre los cuales parecen vislumbrarse algunas carácterísticas comunes como que exista un interés general por la infraestructura, que sean económica y técnicamente viables y que haya flujos estables de ingresos, a través de la administración competente de la infraestructura, del pago por uso o disponibilidad, o bien a través del pago por el usuario final. Todo esto se contemplaría previo análisis y escrutino de la CE y del BEI, quién aportará a esta nueva estructura no sólo la asunción de cierto riesgo financiero en los términos descritos, sino su experiencia en la revisión de los proyectos desde el punto de vista de económico y técnico, así como de monitorización de los mismos hasta su completa puesta en marcha y operación. A cambio, el BEI cobrará una comisión por su intervención que dependerá de las características del proyecto, comisión que servirá para continuar con la financiación de sucesivos proyectos sobre la base de la misma metodología.

Dicho lo anterior, la implementación de esta fase piloto de los "Project Bonds" conlleva varias ventajas. A título enunciativo destacaríamos el aumento de la competencia en los proveedores de crédito con la entrada de nuevos partícipes que precisan en sus inversiones ciertos criterios de eligibilidad tales como la existencia de ratings crediticios, la revitalización de un mercado de bonos prácticamente inexistente a nivel de la EU y el impulso a proyectos en determinadas infraestructuras que por falta de financiación no saldrían adelante.

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