El Parlamento Europeo dio ayer el visto bueno, por amplia mayoría, al informe anual referente a 2008 sobre los Derechos Humanos en el mundo. El texto, del español Raimon Obiols, alude con firmeza a determinadas cuestiones en las que se considera que la Cámara debería tomar parte, como la Alianza de Civilizaciones y determinadas acciones de países terceros que se pueden considerar al margen de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo sesenta aniversario se conmemoró en el diciembre pasado.
El texto que se aprobó ayer en Estrasburgo tiene como base el "Informe anual de la UE sobre los derechos humanos 2008", redactado por el Consejo de la Unión Europea. Dado que uno de los quicios de las acciones de la Unión Europea se ubica en el ámbito de la afirmación, defensa y promoción de los Derechos Humanos, también más allá de las fronteras europeas, el espectro de trascendencia de este informe que se somete a aprobación por parte del Parlamento ha ido, paulatinamente, aumentando. El sesenta aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, conmemorado en el mes de diciembre, dota a este documento europeo de una especial trascendencia. Al someterlo al Parlamento, se busca desarrollar un debate que posibilite identificar prioridades, e individualizar situaciones en las que pueda intervenir la Unión Europea.
Como puede imaginase, y dado que exponen situaciones que se dan en países soberanos, fuera del ámbito de acción directo de la UE, es algo complejo y no exento de contradicciones.
Tal y como afirma el Informe aprobado, los objetivos son, básicamente, dos. En primer lugar, se trata de dotar a la comunidad internacional de una base documental de referencia que pueda ser útil para valorar las acciones llevadas a cabo durante el año; así como mejorar, corregir, y eventualmente ampliar el ámbito de acción, para sucesivos períodos.
En segundo lugar, se busca "comunicar a la audiencia más amplia posible, tanto en Europa como fuera de las fronteras de la Unión, las acciones de la UE para promover los derechos humanos en todo el mundo".
El informe denuncia la insuficiencia de atención que se presta a determinados ámbitos, que deberían ser prioritarios, como las políticas inmigratorias y las medidas en el campo de la lucha antiterrorista, en las que debe exigirse en todo momento el estricto respeto de los derechos de las personas y de la legalidad.
Respecto a la pena de muerte, el Parlamento ha solicitado a España, Italia, Letonia y Polonia que procedan a ratificar el protocolo sobre la "abolición de la pena de muerte en toda circunstancia". El informe subraya que China sigue siendo el país que más aplica la pena capital a reos, y que Bielorrusia "es el único país de Europa que sigue aplicando la pena de muerte".
Asimismo, urge a los Estados miembros a que ratifiquen la totalidad de los convenios sobre Derechos Humanos de las Naciones Unidas y del Consejo de Europa.
