Varios funcionarios del titán de la industria aeronáutica han sido acusados de violación de reglas sobre uso de información privilegiada.
Los escándalos no parecen terminar para la hija preferida de Corporate Europe. Varios funcionarios del titán de la industria aeronáutica, European Aeronautic Defence & Space Co. (EADS), han sido acusados por la agencia francesa que regula el mercado de valores, la Autorité des Marchés Financiers (AMF), de violación de las reglas sobre uso de información privilegiada (inside trading). Esta semana ha sido detenido un antiguo ejecutivo de la compañía, Nöel Forgeard, para ser interrogado por los jueces que llevan la causa.
Luego de una minuciosa investigación de casi 20 meses, la AMF detectó transacciones societarias sospechosas: ventas y compras de acciones que coincidían con eventos muy precisos, los cuales sólo hubieran podido anticipar los directivos de la compañía o personas muy cercanas a ellos. La mayoría de estos movimientos se registraron entre noviembre de 2005 y abril de 2006, pocos meses después de que se anuncie el retraso en la entrega del esperado avión Airbus A380. Dicho evento hizo que la cotización de las acciones de la compañía se desplome en un 25 por ciento.
Por su parte, Forgeard realizó sospechosas transacciones con sus participaciones en la compañía, valoradas en 2.5 millones de euros. Son muchas las personas que se encuentran en la misma situación que el antiguo ejecutivo. Las autoridades francesas buscan esclarecer los pormenores de este incidente, por lo que se esperan más detenciones y llamamientos a testigos clave. Hay por lo menos 16 personas presuntamente involucradas. Forgeard ha negado la realización de cualquier maniobra ilegal manifestando que actuó de forma "inocente".
La gigante corporativa del Viejo Continente, coloso aeronáutico en el que España mantiene una importante participación junto a Alemania, Francia y otros países, es objeto de polémica no sólo en Francia, sino también a nivel trasatlántico. En Washington, esta compañía europea se encuentra en un encarnizado enfrentamiento con su archirrival Boeing. Todo se inició a partir de que EADS, en consorcio con Northrop Grumman Corp., le arrebató de las manos a su competidora estadounidense un contrato para la construcción de 179 aviones cisterna para la Fuerza Aérea americana. Un negocio de nada menos que 26.300 millones de euros.