Dictum Abogados ha reunido a expertos en el sector bancario e inmobiliario para analizar los aspectos económicos de la Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios de la Banca (SAREB), y la regulación que realiza la Ley sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sector financiero. Los participantes en el Foro Dictum han coincidido en su valoración negativa de los efectos que tendrá la creación de la SAREB, que podrá convertir en tóxicos activos sanos, tendrá serias dificultades para encontrar financiación privada y muy probablemente necesitará un aval público, que colapsará operaciones o negocios por el retraso en la configuración de una estructura y que incluso impulsará los concursos de acreedores.
El encuentro, presidido por Juan Carlos Rodríguez Maseda, director general de Dictum, ha contado como ponente con Mikel Echavarren, consejero delegado de Irea y experto en refinanciaciones bancarias, así como de responsables de asesoría jurídica de distintas entidades financieras y empresas del sector inmobiliario.
El problema de base al que han hecho referencia los expertos es la indiscriminación entre activos que se traspasan, ya que se incluirán créditos o inmuebles que podrían no ser tóxicos junto a otros que sí lo son. Su adjudicación al banco malo, que no tiene configurada una capacidad de financiación, provocará la devaluación de activos que sí serían viables con financiación para su conversión en finalistas. En definitiva, la SAREB no es un banco, pues no tiene capacidad de financiación, y convierte en tóxico lo que podría ser no tóxico.
La entrada de créditos al sector inmobiliario en el banco malo, entidad que previsiblemente sufrirá un colapso inicial en la gestión, pues su equipo y estructura está por configurar, provocará que proyectos viables se vean paralizados y algunas empresas abocadas al concurso de acreedores. Incluso, algunos expertos señalan que la SAREB necesitará contar con un potente equipo gestor que canalice su intervención en los procesos concursales.
La valoración de los activos traspasados ha centrado parte del debate, aunque los expertos han coincidido en que esta cuestión es menos relevante que la necesidad de que exista una capacidad de financiación. Como conclusión, se prevé que no habrá tiempo para realizar una valoración correcta de los activos y se han señalado algunas incongruencias, como que haya préstamos para la adquisición de suelo urbano con provisión del 80% que se traspasen con un descuento del 53% o que los préstamos sin garantía real otorgados al sector inmobiliario tengan un descuento del 65% cuando debería ser del 100%.
El banco malo también provocará gran litigiosidad, pues la normativa prevé que se pueda ir contra el FROB en caso de que la valoración de activos se haya realizado incorrectamente; porque muchos de los activos traspasados pueden terminar siendo objeto de reintegración cuando la sociedad a la que el banco financió entre en concurso de acreedores y porque, en el caso de la aportación de acciones de filiales, la mayoría de éstas prevén derechos de tanteo y retracto, oposición u otros, que probablemente no se tendrán en cuenta con las prisas y provocarán numerosas demandas contra el FROB, por transmisiones defectuosas.
Respecto a la forma de financiarse de la SAREB, los expertos explicaron que será muy difícil encontrar inversores en el sector privado, aunque hay quien apunta que sería equitativo obligar a la banca sana a participar, pues estas entidades serán las más beneficiadas por la creación de un banco malo. En definitiva, se cree que la inversión privada sólo se dará si existe un aval público, con lo que el riesgo se traslada al Estado y se duda de la afirmación de que la SAREB no provocará pérdidas para el ciudadano.
Los Foros Dictum de Entidades Financieras se realizan como parte de la actividad derivada de la línea de investigación sobre normativa financiera en la que colaboran Dictum, la Universidad CEU San Pablo y la editorial Tirant lo Blanch. Cuenta con asesores de diversas entidades públicas y privadas vinculadas con el sector financiero, bajo la dirección de Ana Belén Campuzano, Catedrática de Derecho Mercantil de la Universidad CEU San Pablo y directora de formación de Dictum, y Ricardo Palomo Zurdo, Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad y Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad CEU San Pablo, ambos miembros del Consejo Académico de Dictum.
La finalidad de esta línea de investigación es participar activamente en el estudio de la legislación bancaria y tiene dos objetivos inmediatos: la creación de un compendio legislativo sobre normativa de entidades financieras y la creación de un observatorio continuo para el análisis de las decisiones que el Gobierno adopte en relación con la organización bancaria en nuestro país.
