En su apuesta por el desarrollo de este ámbito, es el único colegio que entre los vocales de su Junta de Gobierno incluye a dos dedicados exclusivamente a la responsabilidad social corporativa.
Dos vocales exclusivas para la responsabilidad social corporativa, una Fundación para proteger a sus miembros o la creación de un Instituto de Estudio Jurídicos son sólo algunas de las medidas que han convertido al Colegio de Abogados de Valencia en pionero en el ámbito de la responsabilidad corporativa. Una responsabilidad que está en auge según se puso de manifiesto la jornada "Responsabilidad Social Corporativa en el sector colegial", organizado por Unión Profesional y en el que se citaron diferentes expertos para compartir las experiencias protagonizadas en este campo por los colegios profesionales del ámbito colegial.
Entre todos, destacó la labor realizada por el Colegio de Abogados de Valencia que ha introducido por primera vez a dos vocales en la Junta de Gobierno especializadas en responsabilidad social corporativa algo que, como señaló Lourdes Paramio, una de dichas vocales, supone asumir una gran responsabilidad, dado que el desarrollo de este campo requiere "un control hacia fuera, pero también hacia dentro de la institución".
Pero esta no es la única innovación que ha introducido esta institución. Así, la creación de un Código de Buen Gobierno, la inauguración de una Fundación – con la que se da asistencia a aquellos abogados y sus familias que se encuentren en una situación difícil -, la creación de un Instituto de Estudios de la Abogacía, para dar al abogado una formación ética, o la elaboración de un Reglamento de contratación y un estudio sobre la mujer en la abogacía son sólo algunos de los proyectos que sirven como ejemplo de la labor que, en materia de responsabilidad corporativa, pueden realizar los Colegios de Abogados.
Ventajas y riesgos
Y es que estos Colegios cuentan con herramientas claves para el desarrollo de dicha responsabilidad. Así lo puso de manifiesto Francisco Segovia, coordinador de proyectos de la Fundación del Consejo General de Abogacía, que destacó el papel de los colegios "en la localización y coordinación de los profesionales así como la capacidad de los colegios para canalizar el potencial social de sus miembros". A lo que se une una segunda característica que les hace actores imprescindibles: pueden aprovechar su estructura colegial para llegar, de una forma más accesible, a las Administraciones Públicas.
Sin embargo, no todos son ventajas. Uno de los riesgos señalado por Alicia Torrego fue que la responsabilidad social corporativa sirva de "mero lavado de imagen" para los colegios y empresas, de forma que es necesario introducir mecanismos de control efectivo. El segundo fue apuntado por Lourdes Paramio, al establecer que la asunción de competencias sociales por los Colegios, en detrimento del Estado, puede dar lugar a que estos derechos subjetivos pierdan tal condición y "terminen dependiendo de la buena voluntad".
Los Colegios, claves
Unos riesgos que, según todos los expertos, no ensombrecen la importancia de la responsabilidad social corporativa que debe ser impulsada por los Colegios profesionales para que estos se conviertan en mediadores entre la sociedad y el Estado.
En definitiva, la sociedad vive una apuesta clara por la responsabilidad social corporativa a la que se suman ahora los Colegios profesionales. Y es que estas instituciones han pasado a ocupar un lugar privilegiado en la sociedad como puso de manifiesto Joaquín Garralda, secretario general de la Red Española del Pacto Mundial, al señalar que la actual recesión económica "está dando nuevas oportunidades a los Colegios ante el déficit actual del Estado". Algo en lo que también coincide Alicia Torrego, gerente de la Fundación del Congreso Nacional de Medio Ambiente, que declaró que "el papel de los colegios, tan denostados en otros ámbitos, tienen aquí un papel protagonista".