El proyecto forma parte del plan del Gobierno laborista de aplicación de la Directiva de retención de datos en las comunicaciones electrónicas adoptada por la Unión Europea tras los últimos sucesos terroristas. En España, la ley prevé que sean las compañías quienes almacenen esos datos.

El diario The Times informa hoy que el Ministerio del Interior británico proyecta una gran base de datos en el seno del Ministerio para guardar detalles de las llamadas telefónicas, los correos electrónicos y todos los datos que se transmitan por la red. La conservación se prolongaría durante un mínimo de 12 meses, y únicamente los servicios de seguridad tendrían acceso a ellos previa autorización específica de un juez. A ello se suma la introducción de un carné de identidad digital y el proyecto de conservar en otro banco de datos los historiales médicos del servicio de sanidad pública.
Desde el partido conservador, que tras la victoria en la Alcaldía de Londres se vislumbra para el Gobierno, se han opuesto dados los peligros que conlleva un montante de millones da datos, todos reunidos; y cuya seguridad se convertiría quizás en el asunto más vital del país. Para el portavoz de Interior de este partido, el nuevo plan podría ser antes una amenaza que un apoyo a la seguridad.
Hasta ahora, las compañías telefónicas estaban obligadas a conservar durante un año los detalles de las llamadas telefónicas y los mensajes de texto. A partir de esta ley que se anuncia, el almacenaje pasaría al Ministerio y además se extendería a los correos electrónicos y a las llamadas por Internet.