La Ley Création et Internet, llamada “Ley Hadopi”, normativa en Francia que trata de frenar las descargas masivas de contenidos protegidos por Propiedad Intelectual por Internet, ha sufrido un duro golpe. El Consejo Constitucional del país vecino, equivalente a nuestro TC, determinó ayer la ilicitud de que no sean los jueces los encargados de hacer los eventuales cortes de conexión a Internet a quienes hagan descargas.
De un tiempo a esta parte está abierto un frente que ha puesto cara a cara a creadores e internautas. Cada uno desde su postura, defienden sus intereses. Los usuarios de Internet, por un lado, mantienen que la Red es un espacio de libertad y que, por lo tanto, los contenidos pueden viajar por redes y equipos informáticos como ellos consideren. Los creadores luchan por que las normativas de Propiedad Intelectual
atiendan a este fenómeno que está afectando gravemente la Industria. Frente a ello -materia polémica con dos sectores enfrentados muy fuerte-, el legislador no encuentra por dónde hincar el diente al asunto.
Una referencia hasta ahora de defensa de los intereses de los creadores era la postura francesa. Allí, la Ley "Création et Internet" inauguraba la gran medida: los cortes de suministro sin previa decisión judicial. Sin embargo, el Consejo Constitucional ha tirado abajo, ayer mismo, esa medida estrella.
Por lo tanto, de la "respuesta gradual" en cuatro pasos a dichas descargas (verificación de que un usuario de Internet está violando Derechos de Autor de un artista o creador, anuncio, vía email, de dicha comprobación, seis meses después de ello, nuevo aviso por carta certificada, y, por último, desconexión de la Red por parte de la "Alta Autoridad para la difusión de obras y protección de los derechos en Internet"), sólo serían conforme a la Carta Magna francesa los tres primeros.
Ello es acorde, por otro lado, a la postura que adoptó la Eurocámara a inicios del mes de mayo, que reseñamos en Legal Today, contraria a que se tome una medida de ese cariz desde los Ejecutivos.
Como se ve, es muy difícil poner puertas al campo.
