La semana pasada dábamos testimonio acerca del descontento que los abogados sienten al respecto de la Administración de Justicia. Lentitud, inadecuación de medios, insatisfacción del trato que reciben de jueces y funcionarios, etc. Hoy, ofrecemos a nuestros lectores más cifras; que testimonian de un modo más patente cómo ve la Justicia misma una parte muy importante de la Justicia.
Decíamos la semana pasada que los abogados nos estaban contentos con la Justicia. Ofrecíamos, en esa ocasión, algunos datos; respecto a la "nota" que les merecían las diferentes sedes judiciales. Hoy ampliamos un poco más el espectro, con los datos de la encuesta: valoren ustedes mismos.
El Consejo General de la Abogacía Española ofrece los siguientes datos, desde una perspectiva global:
- Grave crisis del modelo vigente: el 88 por ciento de los abogados cree que nuestro actual modelo de Administración de Justicia está en una crisis muy grave y profunda y necesita una auténtica refundación. Para un 86 por ciento, la forma en que está organizada nuestra Justicia se corresponde más con las necesidades de una sociedad del pasado que con una sociedad del siglo XXI.
- La Justicia funciona mal: el 71 por ciento de los Abogados considera que la Justicia funciona mal (sólo un 13 por ciento estima que lo hace bien); y para el 45 por ciento esta situación no ha cambiado en estos últimos años, mientras que para un 38 por ciento incluso ha empeorado (sólo un 15 por ciento cree que haya mejorado).
- Decisiones de los Tribunales, ni predecibles ni homogéneas: un 57 por ciento de los abogados opina que por lo general, las decisiones de los tribunales no son predecibles, es decir, que no se puede anticipar de forma razonable y fiable cuál va a ser el sentido en que va a ser resuelto un determinado asunto o caso, y un 68 por ciento añade que no son homogéneas, es decir que casos iguales son resuelto de manera distinta en cualquier lugar de España.
- Interferencia de los Gobiernos y garantía última democrática: el 87 por ciento de los abogados estima que los Gobiernos, del signo que sean, muestran más interés en tratar de controlar la Justicia o influir sobre ella que en emprender una mejora que la modernice y la haga plenamente eficiente. Pero el 82 por ciento considera que, con todos sus defectos e imperfecciones, nuestra Administración de Justicia representa la garantía última de defensa de la democracia y de las libertades.
- Politizado Consejo General del Poder Judicial: el 85 por ciento señala que el CGPJ se ha convertido en un órgano tan politizado que difícilmente podrá gestionar de forma eficiente e imparcial el funcionamiento de la Justicia.
- Corporativismo judicial y justicia a la medida de los jueces, no para los ciudadanos: para un 63 por ciento, la Justicia ha tendido siempre a organizarse y funcionar de la forma que resultaba más conveniente para jueces y juristas y no del modo en que podía resultar más cercana y útil a la ciudadanía.
- El problema no son los jueces, sino la nefasta organización: los abogados consideran que los jueces son competentes (el 76 por ciento tiene esta opinión) e independientes (para el 70 por ciento), pero que la organización de la Justicia es nefasta. En gran medida, señalan que los problemas de funcionamiento se deben a que los diversos cuerpos que la integran dependen de organismos distintos y no están adecuadamente coordinados (en opinión del 70 por ciento de los encuestados).
