Los accionistas de Northern Rock no se quedarán de manos cruzadas ante la nacionalización del banco, anunciada ayer por el Gobierno británico y anunciaron la adopción de medidas legales para combatir esta decisión, según recoge hoy la prensa británica.
Concretamente, el fondo SRM Global, el mayor accionista de la entidad británica, ha amenazado con denunciar al Gobierno si no ofrece una compensación a los inversores de al menos 400 peniques por acción.
SRM Global y RAB Capital han invertido cerca de 150 millones de libras (199 millones de euros) en una participación del 20% en el banco. Ambos fondos llevan meses enfrentados con los planes del Gobierno británico con respecto a la entidad y se sublevaron a la oferta de Virgin, mostrando una férrea defensa de la propuesta liderada por Olivant, otro de los consorcios que presentaron una oferta sobre el banco, liderado por el ex presidente de Abbey National, Luqman Arnold.
Pero no sólo existen protestas por parte de estos dos fondos, sino que tanto los accionistas institucionales como los minoritarios están "furiosos" con la decisión del Gobierno y recurrirán la nacionalización si consideran insuficiente la compensación que reciban.
Duras críticas al gobierno británico
La asociación británica de accionistas, que representa a 100.000 pequeños propietarios en Northern Rock, calificó de "medida cercana al robo" la decisión del ministro de Economía británico, Alistair Darling, de abandonar la subasta del banco.
"Parece que la única razón por la que el Gobierno ha elegido la nacionalización es porque ofrece mejor valor a los contribuyentes", señaló el director de la asociación, Roger Lawson. "Esto es equivalente a un ladrón que te dice que es más provechoso robarte que establecer una negociación comercial contigo", agregó Lawson, contundente.
La cotización de Northern Rock, mientras tanto, sigue suspendida en la Bolsa de Londres. Los banqueros implicados en el proceso de venta del banco describieron la decisión de Darling como un "estrepitoso fracaso", mientras que algunos accionistas institucionales aseguraron que la decisión del ministro es "reprobable" y que no era necesaria en absoluto.
Mientras tanto, el titular de economía aseguró que formará un panel de arbitraje independiente para calcular la compensación que se ofrecerá a los accionistas en un proceso que podría llevar varios meses. Darling asegura que esta valoración será realizada como si el banco nunca hubiera necesitado asistencia del Gobierno.
Los accionistas replicaron que sin la ayuda del Gobierno y los créditos de emergencia solicitados al Banco de Inglaterra, de cerca de 25.000 millones de libras (33.320 millones de euros), Northern Rock está roto, quedándose sus inversiones sin valor. El responsable de la asociación de accionistas minoritarios del banco, Robin Ashby, describió esta decisión de Darling como "pésima".