Los empresarios chinos ejercen cada vez más presión para someter los arreglos contractuales a la autoridad de los árbitros de su país. Algunos inversores creen que no existe una verdadera imparcialidad en los procesos. Es necesario que los inversores españoles se curen en salud frente a este tipo de situaciones.
En China, es muy común que los empresarios extranjeros sometan sus asuntos contractuales a la jurisdicción de tribunales arbitrales. El arbitraje constituye un medio menos costoso y más ágil a la hora de resolver diferencias jurídicas de tipo comercial. Por otra parte, se prefiere la intervención de entes privados, los árbitros, antes que la interferencia de burócratas estatales, los jueces.
Por lo general, las cláusulas arbitrales someten los potenciales desacuerdos a tribunales extranjeros, situados en terceros países, para asegurar un mínimo de objetividad e imparcialidad. Sin embargo, los empresarios chinos ejercen cada vez más presión para someter los enfrentamientos contractuales a la autoridad de árbitros de su país. Tanto es así, que el organismo más importante de arbitraje en China, el China International Economic and Trade Arbitration Commission (CIETAC), maneja cerca del 40 por ciento de las disputas comerciales que involucran a inversores extranjeros. Por su parte, muchas compañías han empezado a preocuparse por los métodos empleados durante los procesos arbitrales, sospechando falta de transparencia y parcialidad.
Jerome Cohen, profesor de la Universidad de Nueva York y experto en Derecho chino, fue elegido hace años para formar parte de un tribunal arbitral en China, junto a dos ciudadanos chinos. La disputa se originó entre un inversor estadounidense y una compañía china. La empresa norteamericana demandaba la terminación del contrato e indemnización debido a una serie de incumplimientos contractuales de la otra parte. El fallo dio la razón a la firma asiática por 2 a 1. Entrevistado por el Wall Street Journal, Cohen señala estar impresionado por lo que observó, apuntando que la violación contractual por parte de los empresarios chinos era patente. Sin embargo, dice el profesor americano, sus colegas parecían estar viendo una película completamente distinta.
A pesar de todo, los inversores extranjeros señalan que es preferible litigar en el CIETAC antes que enfrentarse a un leviatán judicial que permanece en una fase muy temprana de desarrollo. Muchos abogados radicados en el Reino Medio afirman que la causa de los problemas es la absoluta falta de experiencia por parte de los funcionarios del mandarinato. Entre otros inconvenientes, se señala que el método de pago constituye una fuente de problemas inagotable. Los árbitros extranjeros son mejor pagados que los nacionales y ello tiende a generar resentimiento entre los miembros chinos del tribunal.
La inversión española en China es considerable. Por ello, es necesario que nuestros empresarios se curen en salud frente a este tipo de situaciones. Lo mejor es contar con una buena asesoría al momento de estipular cláusulas arbitrales en los contratos celebrados con una contraparte china. Para ello, las mejores firmas de abogados de España cuentan ya con presencia en el gigante de oriente y están preparadas para brindar una ayuda efectiva a los entrepreneurs ibéricos.