El miércoles, jueves y viernes de la semana pasada, Pamplona se convirtió en la capital de la Abogacía española. En esa ciudad se dieron cita seiscientos abogados que analizaron y debatieron los retos a los que la profesión se enfrenta en esta época. Ley de acceso, calado en la ciudadanía, peso de los Colegios; y relevancia de los abogados en la Justicia en general y su modernización en particular fueron los temas más importantes que centraron las conversaciones de esos días. La clausura, donde se contó con la presencia y las palabras del Ministro de Justicia, sirvió para ubicar los objetivos comunes de la Abogacía en estos tiempos de mejora.
Las Jornadas de Pamplona han sido un éxito de participación. Las intervenciones lograron plantear los temas más candentes a los que se enfrentan los abogados en España hoy por hoy.
La clausura contó con las reflexiones de un Caamaño cada vez más sensible a las controversias que atraviesa la Justicia. Durante su intervención, explicó las líneas de su Departamento para acometer la tarea de "incorporar la Administración de Justicia, que en parte está anclada en el siglo XIX, a una España del siglo XXI". Y es que "trabajar por una Justicia más ágil y moderna ha dejado de ser una frase para convertirse en un objetivo posible". Para lograrlo -continuaba- "no hay más instrumento que el trabajo y el acuerdo, y todos debemos involucrarnos en esta tarea".
En este sentido, Caamaño habló sobre algunos de los temas tratados en las Jornadas, como la formación, sobre la que aseguró que "cumpliremos los plazos en el desarrollo reglamentario de la ley de acceso", que podrá ser objeto de análisis antes de su entrada en vigor, además de considerar "muchas de las recomendaciones realizadas por la Abogacía". El Ministro destacó el papel del abogado como profesional que evita los juicios y consigue acuerdos y se mostró de acuerdo en que "acudir al juez debe ser siempre el último recurso".
Acerca de los Colegios de Abogados, afirmó Caamaño que su existencia es necesaria "para sobrevivir en la experiencia tan dura de buscar siempre la mejor solución posible", en una profesión "obligada a reciclarse permanentemente, porque nunca hay dos casos iguales".
Por su parte, el Presidente del CGAE, Carlos Carnicer, aseguró que "necesitamos abogados que a través de sus conocimientos y habilidades puedan evitar conflictos y que, si estos surgen, sean capaces de resolverlos sin recurrir a los tribunales", ya que "el mejor abogado es el que está concienzudamente preparado para evitar conflictos y resolver extramuros de los juzgados". Por esta razón, en relación con la Ley de Acceso, el presidente del CGAE pidió que "no se carguen tanto las tintas en que la experiencia que se adquiera sea fundamentalmente en los tribunales".
Sobre la reforma de la Justicia, Carnicer recordó que "lo más importante en las reformas que se vayan a acometer son los ciudadanos", aunque a veces parece que esta cuestión se olvida, como demuestra el hecho de que la Carta de los Derechos del Ciudadano ante la Justicia esté "anclada" desde el año 2002. A juicio del Presidente del CGAE, ésta debería tener categoría de ley, para "demostrar a los ciudadanos que todos los implicados en la Administración de Justicia estamos dispuestos a dar el cien por cien de nuestro esfuerzo para obtener una Justicia mejor".
