El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, defendió hoy el papel del euro para limitar las turbulencias así como la política monetaria de la institución de cara a luchar contra la inflación y garantizar la estabilidad de los precios.
"Es nuestro mandato. Es lo que nos piden nuestros conciudadanos, sobre todo los más pobres y desprotegidos. Y es muy importante en las actuales circunstancias", sostiene Trichet en una entrevista que hoy publica 'Le Point'.
"Si no tuviéramos credibilidad para garantizar la estabilidad de los precios, los hogares perderían confianza y los mercados financieros serían mucho más turbulentos porque se verían alterados por la incertidumbre de la inflación a medio plazo", agrega.
Dicho esto, matiza que todos los bancos centrales deben de tener en cuenta las "situaciones particulares" de sus economías, que son todas diferentes y todas están comprometidas en garantizar la estabilidad de los precios a medio plazo.
Trichet recuerda que la moneda única ha protegido a los países que la han adoptado de algunas turbulencias, como la burbuja de internet, el 11-S, la escalada del precio del petróleo o la actual crisis financiera. "Piense qué habría pasado frente a turbulencias de esta dimensión si cada país de la eurozona hubiera tenido su propia moneda", subraya.
En cuanto a las preocupaciones por la actual fortaleza del euro frente al dólar, reiteró su preocupación por "los movimientos desordenados" de los tipos de cambio que no son "deseables", dijo, desde el punto de vista del crecimiento económico.
"En las circunstancias actuales, estoy preocupado por los excesivos movimientos de cambio", admitió tras asegurar que había tomado nota de la afirmación del presidente norteamericano y del responsable del Tesoro de que a la economía norteamericana le interesaba contar con un dólar fuerte.
No obstante, más allá de las relaciones entre las grandes monedas, Trichet cree que, de manera general, las economías de los grandes países industrializados están viviendo una "rápida transformación" debido al dinamismo de las economías emergentes como India, China, Brasil o Rusia. "Es una tendencia de largo plazo y lo que hace falta es crear nuevos empleos y no destruir los antiguos", asegura.
Igualmente, rechazó por "injustificadas" las críticas tanto de quienes reprochan al BCE actuar con demasiada ortodoxia y mantener los tipos muy altos, como de quienes echan en cara a la entidad ser muy condescendientes con los mercados. "Nuestra política monetaria está guiada por nuestro primer mandato, que es garantizar la estabilidad de precios. Ni más ni menos", zanja el Trichet.
"Nadie cree seriamente que con una inflación fuerte las cosas irían mejor para el crecimiento y el empleo", insiste. A su modo de ver, tratándose de la estabilidad de precios, el mensaje del Consejo de Gobernadores del Banco central europeo es claro.
Evitar una nueva crisis del petróleo
"No debemos tolerar que el alza actual del precio del petróleo, de las materias primas y de los productos agrícolas se extienda al conjunto de precios y salarios. Sería una espiral inaceptable que pondría en peligro la estabilidad de los precios, el crecimiento y la creación de empleo. Ya tenemos una experiencia dolorosa en Europa con la primera crisis del petróleo en 1973", recordó.
Finalmente, respecto a la crisis de la 'subprimes' que ha contaminado a buena parte de los bancos europeos, el responsable del BCE dice que todos los observadores europeos e internacionales han reconocido que, desde el mes de agosto de 2007 y hasta hoy, se ha actuado de manera "decisiva" refinanciando los bancos comerciales. "Se trata de préstamos remunerados, claro. Seguimos constantemente alerta en este terreno", advierte.