El presidente de PROMUSICAE, Antonio Guisasola, ve necesario concienciar a la ciudadanía sobre los efectos de la piratería digital. Para ello ha propuesto "un Kioto de los creadores culturales"; se refiere a un impuesto parecido al que se aplica sobre las emisiones de CO2 a la atmósfera para combatir el cambio climático.
Durante su intervención en la "Semana por los Derechos de Todos en Internet", organizada por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos -que integra PROMUSICAE, EGEDA, SGAE, ADIVAN, ADICAN y FAP-, Antonio Guisasola ha manifestado la conveniencia de crear un nuevo impuesto en España. A falta de más concreción al respecto, se trataría de un impuesto preventivo sobre los aparatos que puedan copiar datos; o la fijación de una cuota permitida de descargas, a partir de la cual cada descarga estaría gravada. Sea como fuere, es difícilmente justificable desde el Derecho Tributario español.
Ello se une a dos hechos significativos, uno en España, y otro en Francia. En España el Canon Digital ya se ha hecho realidad: la semana pasada se publicaba en el Boletín Oficial del Estado las tarifas de la tasa que gravarán a impresoras, grabadoras, compactos, móviles, MP3 y memorias USB.
En Francia, el Gobierno ha presentado finalmente un proyecto de ley de "protección de la creación en internet" que prevé suspender entre tres meses y un año la conexión a la red a los abonados que se descarguen archivos protegidos por derechos de autor, a no ser que se pague una multa.
El Canon Digital va a ser recurrido por la plataforma Todos Contra el Canon ante el Tribunal Europeo de la Competencia. Las organizaciones que integran la plataforma consideran que el reglamento publicado a finales de la semana pasada contradice la ley de Propiedad Intelectual porque afecta a los discos duros del grabador y tiene un carácter retroactivo.