Molins & Parés no sólo aspira a ser un despacho de referencia en el ámbito del Derecho Penal sino, con mayor medida, a ser reconocido por la forma de entender el trabajo y el ejercicio de la profesión.

Los profesionales de esta firma tenemos claro que, con independencia de la condición que se asume en el procedimiento, el paso por la jurisdicción penal siempre obedece a una circunstancia indeseada por la persona llamada u obligada a comparecer.

Por este motivo, ente los valores de la firma, le otorgamos una especial importancia a la proximidad y al seguimiento de nuestro defendido, tratándole de auxiliar en todo momento para que a través de la comprensión cabal de lo que sucede, pueda convertirse en el custodio del proyecto, proyectando sus deseos y necesidades en el fondo de asunto.

En las últimas décadas la jurisdicción penal ha ido invadiendo progresivamente espacios y ámbitos de protección tradicionalmente reservados a otras jurisdicciones.
En este contexto, "MOLINS&PARÉS" ha realizado una apuesta sin ambages por la especialización en el Derecho penal y en las ciencias penales, centrando su cometido exclusivamente en la defensa de los intereses de nuestros representados ante la jurisdicción penal y el desarrollo de modelos para la prevención de delitos en las organizaciones, con motivo de la implantación, en el año 2010, de la responsabilidad penal de la persona jurídica.

Para poder contar con un conocimiento específico sobre cada asunto, la firma tiene establecidas colaboraciones con Profesores y Catedráticos en materias sanitarias, económicas, fiscales etc… así como con un equipo de forenses y peritos expertos en las cuestiones concretas que puedan afectar a los intereses de nuestros representados para poder así conformar un equipo de trabajo que bajo la dirección técnica del Letrado, pueda dar una respuesta de primer nivel que aúne los conocimientos legales con los específicos exigidos por cada uno de los asuntos. Únicamente desde el conocimiento excelente del problema, se puede plantear una solución adecuada.
La excelencia no solamente exige especialización en materia jurídica sino también un conocimiento.

Ninguno de los profesionales de la firma es ajeno a las circunstancias que pueden afectar a nuestros defendidos y a la sociedad en general en un momento como el actual.
Partiendo de la premisa que cualquier persona tiene derecho a la mejor defensa de sus intereses, la firma incluye entre sus valores la firme voluntad de intentar garantizar la accesibilidad a los servicios que prestamos sin reticencias.

En consonancia con lo anterior, todos los miembros del despacho incorporan entre sus prioridades un compromiso de retorno hacia la sociedad en la que operan, bien en términos de formación académica, de servicio profesional o por medio de labores "pro bono".

Los profesionales de la firma quisiéramos ser reconocidos por la implementación constante de los valores éticos que distinguen el ejercicio de la abogacía y por una forma de concebir nuestra profesión alejada de la percepción mecánica y rituaria tan habitual en nuestros días.