En la economía de hoy el valor de un bien proviene del lado de la demanda y no del de la oferta. El crecimiento de la masividad y de la red ha cambiado drásticamente la manera de hacer negocios para las empresas productoras de bienes.
"La teoría económica tradicional nació al amparo de la producción de bienes industriales. Pero hoy, en plena revolución tecnológica, aparece como difícilmente apta para analizar los nuevos fundamentos".
El anterior fue el titulo que apareció en la contratapa del suplemento económico del diario Clarín del día 12 de noviembre. Es una síntesis perfecta para describir el nuevo modelo económico que impera en las puertas del nuevo milenio.
"Las características de la nueva economía son sustancialmente diferentes de las de la vieja economía. El creciente desarrollo de lo que se ha dado en llamar la economía digital, economía de la información o nueva economía plantea un nuevo desafío para la teoría económica. Esta se desarrollo teniendo como referente la actividad agrícola o industrial, lo que en ella eran reglas, en la nueva economía son excepciones y lo que en ella eran excepciones en esta son reglas. Es como si la nueva economía fuera la imagen invertida de la vieja economía". Sostiene Victor Beker, profesor de economía en la UBA.
Además del concepto que se extrae del texto anterior, es importante adentrarse en los contenidos implícitos que existen. En la vieja economía el costo de elaborar un producto era fijado por el mercado en relación los márgenes brutos de ganancia que se obtenían por ese producto desde la primera a la última unidad que se producía. Esto último quiere decir que la producción era en cierta medida independiente a lo que el mercado podía pagar por el producto en función de la demanda. Las economías de escala que surgieron en la época industrial sirvieron para achicar los costos que las industrias tenían en ese entonces, ya que, la ganancia por volumen de ventas era lo suficientemente atractiva para producir un bien tangible en forma masiva.
La nueva economía en la era del conocimiento, parece, de forma, ser más compleja que la anterior, pero hay algo en común entre esta economía y la pasada. Algo se ha heredado y algo continúa siendo diametralmente opuesto. Vamos a ver como en una primera etapa la nueva economía aparece como contraria y luego veremos lo que emerge como correlativo y heredencial de la vieja economía.
En la economía de hoy el valor de un bien proviene del lado de la demanda y no del de la oferta. El crecimiento de la masividad y de la red ha cambiado drásticamente la manera de hacer negocios para las empresas productoras de bienes. Antes se adquirían productos para satisfacer una necesidad especifica, es decir, si comprábamos una máquina de escribir o un Ford T, lo hacíamos pensando individualmente, hoy no sirve para nada pensar individualmente (desde el punto de vista económico) ya que el valor del producto comprado no solo debe satisfacer mi necesidad, sino que debe adaptarse a la mayoría por dos razones fundamentales:
- Si un producto es útil para la mayoría de los consumidores, el mercado de ese producto aumenta y por la tanto el valor de ese producto disminuye. Fíjese en la valor de las PC´s, cada día es menor, por la sencilla razón de que cada vez hay más compradores y por la tanto mayor cantidad de fabricantes que intentan seducirlo con menor precio y mayor prestaciones para crecer en el mercado de las computadoras personales.
- Cuanto más masivo sea el producto mayor utilidad tendrá ese producto. De que me sirve tener una máquina de escribir hoy día si quiero mandar e-mails, trabajar en red, hacerle diseño gráfico a las presentaciones. Con esto quiero decir que el valor de un producto está dado por la cantidad de personas que lo utilicen, al aumentar la cantidad de usuarios de ese bien aumenta el valor de ese producto, pero ojo, no aumenta el valor precio, sino que aumenta en valor de utilidad generado por el mercado, y, por decantación aumenta el valor de la compañía.
Las reglas del mercado han cambiado totalmente, antes eran fijadas por las empresas, hoy en día son fijadas por el mercado y más precisamente por el cliente. Es el cliente el que juzga el valor del producto. También es el cliente el que lo consagra o condena en función del valor que le asigne.
Esto ha llevado a las empresas a repensar la forma de hacer dinero, ya que más que nunca se deben al cliente y es el mercado quien tiene la palabra. El cambio en la estructura del poder comercial ha cambiado mucho (o del todo), si Marx en su momento caracterizó al capitalismo como un enorme arsenal de mercancías, si estuviese vivo lo hubiera catalogado como un inmenso arsenal de clientes.
La era del conocimiento, en el plano económico, ha modificado las formas, pero no ha modificado los contenidos y significados, con esto quiero decir que economía de escala quiere decir los mismo, lo que sucede es que ahora la economía de escala se coloca del lado del cliente, la ganancia de la compañía aumenta en la medida que haya más consumidores comprando el producto o servicio, pero en sí el significado es el mismo.
Igual sucede con los significados de las cosas fuera del plano económico (o no). La disposición del teclado en la computadora sigue siendo el mismo con el que la gente comenzó a escribir con la máquina de escribir. Lo mismo sucede con los autos, el volante y las cuatro ruedas siguen existiendo al igual que existían en el Ford T, porque la gente esta acostumbrada a manejar de esa forma y bajo esas características.
Para Victor Beker, "las decisiones de ayer están fuertemente sostenidas por las de ayer, lo cual explica en cierta forma que no hay que olvidarse de las economías pasadas, sino que hay que tomarlas en cuenta para redefinir la economía de hoy, cosa que aun estamos es ese proceso, y falta mucho trecho por recorrer".
