La tecnología va a desempeñar un papel cada vez más importante en la prestación de servicios jurídicos. Ya tenemos constancia de que el actual tsunami de tecnología está afectando a casi todas las organizaciones y funciones, incluida la práctica legal, y ya estamos empezando a comprobar que aquellos despachos que están empezando a aplicar, no una, sino la combinación de varias tecnologías emergentes son los que están consiguiendo un crecimiento exponencial y una mayor sostenibilidad.
A corto plazo, las máquinas están e irán asumiendo cada vez más tareas jurídicas, empezando por el trabajo rutinario y, con el tiempo, algunas tareas más complejas. Los despachos son cada vez más conscientes de este cambio, al igual que muchas nuevas empresas tecnológicas especializadas en el sector jurídico. Es hora de que los clientes se conviertan en usuarios avanzados.
Y es que la automatización inteligente es todo un cambio de paradigma. Pero, ¿qué es la automatización inteligente? Podríamos definirla como la integración y combinación de las tecnologías que conforman la cuarta revolución industrial junto con el capital humano de las organizaciones para transformar la competitividad y el rendimiento empresarial. Así, el acoplamiento de la Inteligencia Artificial, Robótica, Realidad virtual, Internet de las cosas y/o Machine learning, abordadas como una parte del plan de transformación, puede transformar los modelos operativos asociados a la práctica legal con mejoras del 50-70% en KPI personales y profesionales.
Pero somos las personas, como consumidores, empleados o empresarios, las que, aplicando nuestra creatividad y conocimientos, podemos sacarles todo el partido a estas nuevas herramientas. "Experimentar" con la tecnología no es transformar. Transformar requiere de un plan que incluya al negocio: las personas, los procesos y la tecnología.
Las diferentes palancas para la transformación van desde opciones como el crecimiento inorgánico, la innovación, el partnering, los cambios de sistemas core, la externalización o reingeniería de procesos. La automatización inteligente complementa esas palancas de transformación de las organizaciones al aportar una captura rápida de valor, manteniendo la flexibilidad y permitiendo innovar rápidamente y a escala, mejorando la calidad de las decisiones empresariales gracias a la generación de datos precisos. Además, transforma el trabajo añadiendo calidad, aprovecha y complementa sistemas existentes, acelera los procesos y facilita desplegar estrategias definidas por la dirección. Es un claro ejemplo de que lo importante no es la tecnología en sí misma, sino qué es lo que resuelve o nos ayuda a conseguir.
Esta tecnología implica un enfoque radicalmente diferente al de un proceso de automatización tradicional.
- No busca dejar todo igual pero automatizado, sino que implica transformaciones que impactan en los RRHH desde el principio.
- No se trata de herramientas buscando oportunidades, sino de oportunidades buscando soluciones.
- No se trata de experimentar con tecnologías, sino de aplicaciones holísticas de tecnología a escala.
- No se trata de sub-optimizar procesos, sino de aportar valor a lo largo del proceso.
- El foco no está en el coste sino en el cumplimento de indicadores específicos.
- No se trata de proyectos paralelos con tecnologías diferentes, sino de proyectos integrados que combinan beneficios.
- Son iniciativas que no son propiedad de un área, sino que tienen un enfoque de prioridad para los negocios integrados con IT.
- Se busca romper silos e impulsar con equipos combinando capacidades.
- El impulso no es a nivel dirección operativa sino a nivel CXO (Chief Experience Officer)
En mayo de 2019, Deloitte encuestó a 523 ejecutivos en una variedad de industrias en 26 países de África, América, Asia y Europa sobre sus estrategias de automatización inteligente y el impacto en sus fuerzas laborales.
El análisis revela que estas organizaciones no solo continúan utilizando la automatización de procesos robóticos, sino que están yendo más allá al aumentar la implementación de la automatización inteligente. El 58% de los ejecutivos encuestados informan que han comenzado este viaje. De estos, el 38 por ciento son pruebas piloto (1-10 automatizaciones), el 12 por ciento implementa (11-50) y el ocho por ciento lo hace a escala (más de 51), el doble que en 2018.
En este ámbito, es esencial la capacidad para alinear la organización de cara a construir estrategia y modelos operativos que permitan agilidad. Tras años ideando e implantando soluciones podemos afirmar que la automatización inteligente genera beneficios tales como la aceleración del crecimiento, reducción de costes, generación de margen y aumento de la satisfacción y lealtad de los empleados.