Si la teoría es el saber y la práctica es el hacer, la tecnología contribuye al saber hacer.
Se entiende por tecnologías de la información y la comunicación (TIC) al conjunto de tecnologías que permiten la adquisición, producción, almacenamiento, tratamiento, comunicación, registro y presentación de informaciones, en forma de voz, imágenes y datos contenidos en señales de naturaleza acústica, óptica o electromagnética. Las TIC incluyen la electrónica como tecnología base que soporta el desarrollo de las telecomunicaciones, la informática y el audiovisual.
"Las tecnologías de la información y la comunicación no son ninguna panacea ni fórmula mágica, pero pueden mejorar la vida de todos los habitantes del planeta. Se disponen de herramientas para llegar a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de instrumentos que harán avanzar la causa de la libertad y la democracia, y de los medios necesarios para propagar los conocimientos y facilitar la comprensión mutua" (Kofi Annan, Secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, discurso inaugural de la primera fase de la WSIS, Ginebra 2003).[]
Se ha dicho, que la relación del Derecho con la informática así como su posterior aparición en Internet fue, en sus inicios, el resultado del trabajo de unos estudiantes o profesionales que unían su vinculación al Derecho con el interés por las nuevas tecnologías de la información.
Internet se ha convertido en un revolucionario medio de comunicación y por supuesto, el campo del Derecho no es ajeno a este fenómeno, incrementándose cada día las referencias de contenido jurídico que encontramos en la red. Así, por ejemplo, utilizar el correo electrónico en lugar del teléfono o fax para comunicarse con el resto de los operadores jurídicos es algo que los profesionales del Derecho ya realizan a través de Internet.
Y si la www es el servicio más popular de Internet por su facilidad de uso, el e-mail o correo electrónico, es el sistema de comunicación más ágil entre particulares, pudiéndose, junto al texto del mensaje enviar gráficos o documentos creados en nuestro procesador de textos. Los mensajes recibidos se acumulan en un buzón situado en el ordenador del proveedor al que nos conectamos.
Es por ello que, en la rutina del día a día, en un despacho profesional resulta de mucha utilidad que un programa de gestión como Infolex, software de Gestión Jurídica, simplifique la tarea de enviar y recibir correos electrónicos que luego podremos adjuntar a los distintos expedientes que se estén tramitando en la empresa. Para registrar en Infolex Actuaciones con archivos o documentos que han sido recibidos en el Outlook, tan solo hay que seleccionar el E-mail que contiene Archivos adjuntos y arrastrarlo hasta el 'Historial de Actuaciones' de Infolex, quedando los mismos convenientemente almacenados, y listos para ser consultados cuando se necesiten.
Ahora ya sabemos que la aplicación de Internet al Derecho funciona como una práctica herramienta de comunicación y consulta, mejorando el rendimiento y facilitando el trabajo cotidiano. Demostrando con ello que se cumple la máxima de que si la teoría es el saber y la práctica es el hacer, la tecnología contribuye al saber hacer.
