- El dictado jurídico aporta beneficios directos en la productividad de la judicatura, en la medida en que los jueces y juezas pueden dictar sus resoluciones e ir construyendo en sus ordenadores las respuestas judiciales que correspondan
- Aplicada junto a la inteligencia artificial, es capaz de reconocer la terminología jurídica, insertar textos legales en la redacción de documentos e, incluso, realizar una traducción simultánea en otro idioma
Hace unos meses el Ministerio de Justicia nos sorprendía con la asignación en un concurso de una herramienta de dictado de voz a más de tres mil jueces españoles. De alguna forma me vino a la cabeza un compañero, que hará más de cuarenta años, dictaba a un datáfono las demandas y recursos que posteriormente trascribía su secretaria armada de unos cascos y una máquina de escribir para poder disponer de un borrador que, posteriormente, se volvía a revisar para una redacción final.
Está claro que la forma de trabajar de los abogados ha cambiado considerablemente, ha pasado a ser más productiva y eficiente, pero en esa evolución hacia la eficiencia vuelve de nuevo de la mano de la industria Legaltech la tecnología del dictado de voz, algo más refinada, bajo la denominación de dictado jurídico.
¿Qué beneficios puede aportar el dictado de voz hoy en día?
Esta claro que si el Ministerio de Justicia ha adoptado esta solución para los jueces españoles quiere decir que el dictado jurídico aporta beneficios directos en la productividad de la judicatura, en la medida en que los jueces y juezas pueden dictar sus resoluciones e ir construyendo en sus ordenadores las respuestas judiciales que correspondan. En este sentido es algo que también pueden hacer los abogados y abogadas con sus innumerables escritos de cualquier tipo: judiciales, extrajudiciales, informes, correos electrónicos…
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