Muchos son los que nos preguntan si es rentable en los tiempos que corren comprar o no una farmacia.
La pandemia ha favorecido sin duda este tipo de establecimientos que han estado abiertos todos y cada uno de los días para dar solución a las necesidades de los pacientes. La salud se ha convertido en algo de primer nivel y, por tanto, las farmacias también lo son.
El futuro de muchos negocios se ha redefinido con la pandemia, y con las farmacias también.
Una persona que decida invertir en este momento en la compra de una farmacia tiene que pensar antes de nada la capacidad para generar ingresos en el futuro. Decimos que el futuro se ha redefinido en el sentido de que esta pandemia ha hecho crecer sobre todo aquellas farmacias que eran más dependientes en recetas. Este tipo de farmacias, sin embargo, dependen también en gran medida de lo que el Gobierno haga con los precios de los medicamentos, pero han demostrado ser las más seguras.
Ante esta situación, un potencial comprador puede estar pensando en este momento sobre qué tipo de farmacia sería mejor comprar: si una farmacia en un entorno rural o en núcleos urbanos más grandes.
En cuanto a las farmacias rurales, aunque hay núcleos de población que tienen riesgo de despoblación, la mayor parte son bastante rentables.
Según la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR) una farmacia rural es: una farmacia “ubicada en una población que disponga de 1 ó 2 farmacias, lo cual, atendiendo a los criterios actuales de planificación, cifraría su población en algo menos de 5000 habitantes”.
El Consejo General de Consejos Farmacéuticos (CGCOF) acude a la definición general de Medio Rural, recogida en la Ley 45/2007, del 13 de diciembre, para el desarrollo sostenible del medio rural. Por lo que una farmacia rural sería: “cualquiera ubicada en un núcleo de población de menos de 30.000 habitantes y con densidad inferior a 100 habitantes/Km cuadrado”.
De cualquiera de las dos definiciones se interpreta que son poblaciones donde no hay mucha densidad de población, ni tampoco muchas farmacias. Este tipo de farmacias tienen su público y sus ventajas:
- Son farmacias que pueden ser gestionadas por el titular casi al 100% o con un personal muy escaso. Esto significa que los costes son mucho más bajos, y también la propia complejidad de tratar con mucho personal. A cambio hay que decir que todo recae en los hombros del titular.
- Sin competencia: como mucho puede haber una farmacia más en ese núcleo, es decir, que si lo haces bien puedes convertirte en la farmacia de referencia del pueblo por decirlo así.
- Costes bajos: son farmacias muy rentables. El riesgo es muy controlado en estas farmacias y es muy buena opción cuando no se disponen de muchos recursos o para empezar y aprender a gestionar una farmacia.
- El envejecimiento de la población es un problema, y a la vez una oportunidad. En esta pandemia se ha demostrado que las farmacias más robustas han sido aquellas que eran fuertes en la dispensación del medicamento.
- Muchas veces estas farmacias están en localidades alejadas del centro y tienen residencias de ancianos, y la farmacia se convierte en el dispensador exclusivo de estos centros.
- Es una muy buena opción como primera farmacia.
- El horario es más flexible.
- Se amortiza desde el primer día lo que se ha pagado en forma de fondo de comercio.
- No todos los núcleos rurales son iguales, la renta per cápita de esos núcleos puede ser también un factor importante.
- Los bancos suelen creer bastante en este tipo de farmacias porque tienen un riesgo controlado, y una capacidad de pago elevada.
Las farmacias en núcleos urbanos pueden ser de muchos tipos como todo el mundo puede entender. No es lo mismo una farmacia que facture en Madrid 300.000 euros al año que facture casi 2 millones. Haciendo abstracción de la facturación, en líneas generales estas farmacias se caracterizan por:
- Son farmacias que tienen una carga de personal más elevada. Eso supone que hay que gestionar un equipo más o menos grande en espacios a veces pequeños, con lo cual esto reviste todavía mayor complejidad. Al final la tarea de recursos humanos se convierte en una tarea más del titular. Además, el coste del personal es el mayor coste junto con las compras de este tipo de farmacias.
- Mucha competencia: en determinadas ciudades nos podemos encontrar hasta varias farmacias en la misma calle, unas enfrente de otras. Para implantar una nueva es verdad que hay que respetar determinadas distancias, pero algunas veces esto ya viene de hace años y no se puede cambiar.
- Costes más altos de personal, de alquiler y de otros gastos. Esto afecta directamente sobre la rentabilidad de las farmacias
- Es esencial que el farmacéutico gestione muy bien las compras: un punto más de margen revierte directamente en el sueldo del titular.
- Son farmacias que tienen como clientela gente mayor pero también otros perfiles de población según cada caso, y esto si lo gestiona bien el titular puede convertirse en una verdadera oportunidad.
- En su mayoría son farmacias que no trabajan con residencias de ancianos por la complejidad logística que esto muchas veces conlleva.
- Son farmacias más caras, y que va a costar más amortizar.
- El horario tiende a ser en su mayoría de 12 horas. Cada vez la población está más acostumbrada a que los comercios abran todo el día.
- Se amortiza desde el primer día lo que se ha pagado en forma de fondo de comercio.
- Los bancos analizan con detalle este tipo de operaciones. Es necesario disponer de mayores recursos para obtener la financiación. Pero si la farmacia tiene proyección los bancos no dudan en financiarla.
Por tanto, no existe la farmacia perfecta, sino que hay que hacer para cada uno un traje a medida, y sobre todo pensar dónde vamos a estar como compradores más contentos. Al final se pasan muchas horas en un negocio y hay que estar seguros de que, aparte de que salgan los números, sea un gran proyecto de futuro. En Orbaneja Abogados recomendamos el asesoramiento de un profesional antes de proceder a la compra de cualquier farmacia.
