Las siglas ESG, entendiéndose en inglés como Environmental, Social, and Governance, actualmente son reconocidas como los tres criterios clave al momento de evaluar y medir el desempeño de una compañía en términos ambientales, sociales y de buena gobernanza. En el mundo empresarial actual, estos criterios se han convertido en elementos clave para el éxito a largo plazo de las corporaciones. Dentro de este contexto, los abogados in-house juegan un papel crucial en la integración efectiva de estos criterios, contribuyendo de forma proactiva en la construcción de empresas responsables y éticamente sostenibles.
En primer lugar, cabe hacer referencia al concepto de gobernanza. En el transcurso de los últimos años, el buen gobierno corporativo de las empresas tiene un alcance cada vez más relevante, entendiéndose este concepto como el conjunto de reglas y principios, procesos y prácticas que rigen de manera interna en las empresas. El departamento legal se ha visto influenciado de manera positiva en actuar con proactividad para el correcto funcionamiento y desarrollo de un buen gobierno corporativo, actualmente los abogados-in house están inmersos en la dinámica interna de la empresa, tienen un rol relevante en el asesoramiento de situaciones internas, mitigando riesgos que puedan afectar a la reputación de las empresas. La implementación de un buen gobierno corporativo tiene impacto en los stakeholders, sea de manera positiva o negativa. Por lo tanto, se espera que, mediante la aplicación de un buen gobierno, se establezcan los objetivos de la empresa, los medios para poder alcanzarlos y que se encaminen hacia el desarrollo del negocio a lo largo del tiempo de una forma sostenible. La importancia de tener identificados a los stakeholders es crucial para entender el compromiso de cada parte interesada en la empresa.
El aspecto medioambiental examina la forma en que una empresa gestiona en nuestro entorno natural, centrándose en todos los aspectos de la sostenibilidad, incluidos los residuos y la contaminación, el agotamiento de los recursos, las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación, el cambio climático, etc. Las empresas han llegado a reconocer que, a menos que actúen de forma responsable como miembros de la comunidad mundial, no harán más que empeorar los efectos del cambio climático, poniendo en peligro no sólo nuestro planeta, sino también su capacidad para operar. En lugar de considerar el daño medioambiental como una consecuencia inevitable de las operaciones empresariales, cada vez más empresas reconocen que ahora es el momento de formar parte de la solución.
De esta manera, el departamento legal tiene una gran oportunidad de proponer políticas internas y mitigar la existencia de riesgos legales asociadas a prácticas no sostenibles. Poniendo así un énfasis en la relación de la empresa con el medio ambiente, cabe señalar que los abogados in house son un importante pilar en impacto de la compañía con el medio ambiente. Es responsabilidad nuestra dirigir la compañía en cumplimiento con normas y estándares ambientales, mismas que, aunque en corto plazo puedan parecer menos rentables, en el largo plazo pueden entregar grandes beneficios a la empresa. El mitigar litigios asociados por la falta de cumplimientos normativos y sanciones ambientales, así como el coste económico de un daño reputacional causado por la falta de seguimiento de normativas éticas, pueden suponer importantes pérdidas para la empresa.
La sostenibilidad ya no es simplemente una consideración ética, si no que, pasa a formar parte de una estrategia de negocio. Para esto, el departamento jurídico debe ir más allá de meramente cumplir con las exigencias legales, si no que debe anticiparse y adaptarse a las tendencias y expectativas del mercado y de los stakeholders.
Cabe mencionar el tercer criterio, el criterio social. El invertir en sostenibilidad es algo más que proteger el medio ambiente o tener un buen gobierno corporativo, el ESG es crucial y una poderosa herramienta para tener en cuenta las cuestiones sociales de la comunidad. El criterio social examina el impacto de las operaciones de una organización en los derechos humanos y laborales de sus empleados y otros miembros de la comunidad, abarcando todo, desde los esfuerzos de diversidad e inclusión hasta las horas de voluntariado de los empleados, las condiciones del lugar de trabajo y la paridad y equidad salarial. El aspecto medioambiental de los ESG puede eclipsar a menudo los aspectos sociales o de gobernanza, ya que el impacto de una organización en el medio ambiente es más fácilmente cuantificable. Pero el impacto de una organización en los trabajadores y empleados es esencial para reducir el riesgo y garantizar que la empresa funcione de forma responsable, además de beneficiar a la corporación en relación a la retención de talento.
Los factores sociales permiten tener una perspectiva sobre la forma en la que una corporación gestiona las relaciones con sus empleados, clientes, proveedores, y, la comunidad en general. Mediante la adopción de la responsabilidad social en el negocio, se deja de lado la generación de capital como único objetivo, si no que, también se toma en consideración el impacto positivo en la sociedad. Otros de los elementos a tomar en consideración dentro del ámbito social, se refieren a la diversidad de la empresa, el manejo de las relaciones laborales, el desarrollo de los trabajadores, la salud y seguridad en el trabajo, y, por último, la gestión adecuada con clientes y usuarios. De esta manera, es la empresa quién debe mantener relaciones positivas con múltiples agentes de su comunidad, para de esta manera, generar beneficios comunes. El departamento juridico puede ser un aliado en muchos de estos elementos, asegurando el cumplimiento e incentivando que exista un mayor desarrollo de estos.
Es así como, en un entorno empresarial cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad, los departamentos legales pueden ser entendidos como catalizadores esenciales para la integración efectiva de los principios ESG. El tener un conocimiento legal especializado, así como un conocimiento interno y externo de la corporación y el negocio, permite que los abogados desempeñen un papel fundamental para la creación de políticas y diseño de estrategias que cumplan los estándares éticos de la actualidad y que la empresa sea sostenible a largo plazo.
