No sé vosotros, pero yo siempre he tenido la sensación de que España es un país al que le cuesta apostar por la investigación y el desarrollo. Hablando con amigos dedicados a este campo, siempre he llegado a la conclusión que pocos sobreviven en España y que muchos prefieren emigrar a otros países donde dicha profesión está mucho más valorada.
Ver esto me entristece. Más cuando veo que otros países cercanos al nuestro están más avanzados y luchan por atraer a personal dedicado a la investigación y el desarrollo mediante mecanismos como, por ejemplo, la implementación de regímenes fiscales atractivos para empresas.
Un buen ejemplo es Irlanda. Con un régimen de “R&D Tax Credit” que no sólo resulta ser uno de los más atractivos de la “magnífica” Unión Europea, sino que, además, evoluciona con la vorágine de las nuevas normativas fiscales internacionales para asegurarse que, él mismo, no queda obsoleto y puede seguir cumpliendo con su objetivo de atraer talento a la región.
Te interesa saber ¿qué hace el país de los tréboles para atraer talento? O ¿cuál podría ser un “potencial ejemplo a seguir” para España (aunque dudo que nuestros gobernantes llegaran ni a planteárselo)? Si tu respuesta es sí, sigue leyendo el post para conocer no sólo, el régimen actual en materia de “R&D Tax Credit” irlandés, sino que también, cómo el mismo ha evolucionado para encajar con Pillar 2 y asegurar así su subsistencia.
- El actual o “Old R&D Tax Credit Regime” de Irlanda pre-Pillar 2
El actual o “Old R&D Tax Credit regime” fue implementado en 2004 como incentivo para atraer a Irlanda todas aquellas empresas con altos niveles de inversión en actividades de R&D.
Se caracteriza por ser un régimen mucho más flexible comparado con otros países europeos, cuyo principal objetivo es fomentar y crear empleo de alta cualificación en Irlanda. Por ello, a diferencia de otros modelos, el régimen irlandés se caracteriza por tener como casi única “golden rule” que las actividades de investigación y desarrollo se realicen físicamente en suelo irlandés, siendo casi agnóstico a otros requerimientos más técnicos que vemos en otras jurisdicciones como la obligación de que la empresa sea propietaria también del IP que desarrolla para poder aplicar el beneficio.
Ahora bien, que sea flexible no implica que a su vez no sea complejo. Por ello es importante tener en cuenta los “basics” en la aplicación de dicha normativa para entender cómo es el beneficio y en qué se ha convertido tras la revolución del Pillar 2.
¿Qué entidades se pueden beneficiar del “Old R&D Tax Credit” y qué requisitos deben cumplir?
Para que una empresa irlandesa pueda beneficiarse del “Old R&D Tax Credit”, la misma debe cumplir principalmente con los siguientes requisitos:
- La empresa debe ser “tax-payer” desde un punto de vista fiscal y, por ende, estar sujeta a tributación por el impuesto de sociedades en Irlanda.
- “Science test” – los gastos en R&Dasumidos por la empresa deben ser con el objetivo de “crear un avance tecnológico que permita resolver una incertidumbre tecnológica de manera sistemática y dentro del campo de la ciencia”. Vamos, lo que en cristiano se traduce como que las actividades consistan en:
- Desarrollar un nuevo producto, proceso, sistema o plataforma.
- Desarrollar medidas que reduzcan el impacto medioambiental en el proceso de manufactura de un producto.
- Desarrollar una mejora en un producto, método o proceso ya existente.
- Crear o desarrollar la siguiente generación de una tecnología ya existente.
- “Accounting test” – una vez determinado que la actividad califica bajo el “Science test”, el gasto asumido por (i) la realización de dichas actividades, o (ii) la adquisición de activos para la ejecución de dichas actividades; deberá cumplir con las siguientes principales condiciones:
- El gasto deberá haber impactado la cuenta de pérdidas y ganancias de la entidad irlandesa que quiera beneficiarse del incentivo, siendo el régimen agnóstico a posibles refacturaciones fuera de la entidad o incluso a ajustes en materia de precios de transferencia.
- El gasto deberá calificar como gasto deducible en Irlanda desde un punto de vista del Impuesto de Sociedades irlandés, pero a su vez, no podrá calificar también como gasto deducible en otro país.
- El gasto deberá ser por actividades realizadas o activos comprados en Irlanda o en un país de la del Espacio Económico Europeo (“EEE”).
¿Cuál es el beneficio efectivo que obtienen dichas empresas gracias al “Old R&D Tax Credit”?
Una vez la empresa confirme que cumple con todos los requisitos para aplicar dicho incentivo, la misma obtendrá: (i) un “Tax Credit” del 25% del total de los gastos incurridos en R&D; más (ii) la deducción estándar de los gastos a la tasa nominal del impuesto de sociedades del 12,5%.
Lo que se convierte en un incentivo efectivo del 37,5%. O, dicho de otra forma, en un incentivo más que atractivo que permite que una empresa irlandesa obtenga un rendimiento de 37,50 euros por cada 100 euros que la misma invierta en R&D.
Un beneficio que bajo el “Old R&D Tax Credit Regime”, la empresa podrá usar: (i) primero, para deducir su deuda por impuesto de sociedades corriente; (ii) segundo, para deducir carga tributaria de años anteriores; y, por último, sólo en caso de no tener deuda tributaria que compensar (iii) podrá solicitar que se le devuelva el total del crédito en cash.
Pero ojo, la devolución del cash estará sin embargo limitada. Pues el importe que se devuelva no podrá ser superior al (i) importe de impuesto de sociedades pagados por la empresa en los último 10 años; o (ii) a los “payroll taxes” pagados por la empresa en los períodos pertinentes.
- Los créditos fiscales bajo Pillar 2
Como muchos ya sabéis, bajo la nueva normativa fiscal Pillar 2, los créditos fiscales comúnmente usados para reducir la deuda tributaria de una empresa impactan negativamente en el cálculo del “GloBE income” puesto que reducen la tasa impositiva.
Como solución a dicho “problema”, Pillar 2 contempla que, si dichos créditos son sin embargo calificados como “refundable Tax Credits”, los mismos podrán tratarse como ingresos en cálculo “GloBE income” (en lugar de como reducción del impuesto pagado), y por ende, podrán seguir beneficiando a las empresas sin que ello suponga un impacto negativo o quedar sujeto a un futuro “top-up tax”.
- El “New Refundable R&D Tax Credit” de Irlanda “to be ready for Pillar 2”
Como podéis imaginar por los detalles dados en la primera sección del post, el “Old R&D Tax Credit Regime”irlandés no calificaba como “refundable Tax Credits”. Es por ello, que con la intención de seguir siendo competitivos y aún con el objetivo de atraer talento a Irlanda, el gobierno decidió cambiar el régimen e implementar un “New Refundable R&D Tax Credit” con la entrada en vigor de la “Finance Act 2022”.
El nuevo régimen fiscal parte de las mismas bases y requisitos del “Old R&D Tax Credit”. Los gastos incurridos por las empresas deben seguir cumpliendo con el “Science test” y el “Accounting test” para que los mismos califiquen para el “tax credit”. Sin embargo, el régimen se ha visto sujeto a los siguientes principales cambios para asegurar que el mismo sigue siendo beneficioso incluso tras la entrada en vigor de Pillar 2:
- Devolución en “cash”: el método antiguo, priorizaba el uso del crédito como método para compensar la deuda tributaria por impuesto de sociedades. Con el nuevo método, el régimen impone como primera opción la devolución del total del crédito en “cash” en un período 3 años. Por lo tanto, compensar el crédito con otras deudas tributarias sólo se aplicará como alternativa. Si bien esta es la medida clave para permitir seguir aplicando el crédito tras la implementación de Pillar 2, la misma va a suponer un impacto negativo en el flujo de caja de las empresas. Pues la devolución en “cash” o compensación en última instancia deberá realizarse de la siguiente forma:
- El primer año de aplicación del crédito, la empresa podrá recibir o deducirse sólo el mayor importe entre 25,000 euros o el 50% del importe del crédito.
- El segundo año tras la aplicación del crédito, la empresa podrá recibir o deducirse el 30% del importe del crédito.
- El tercer y último año tras la aplicación del crédito, la empresa podrá recibir o deducirse el resto del importe del crédito (i.e. el 20% restante).
- Eliminación de los límites de devolución en “cash”: bajo el “Old R&D Tax Credit regime” la devolución del cash estaba limitada. Bajo el nuevo modelo, en la medida que la devolución de cash es la opción predeterminada, la misma ya no estará sujeta a limitación en cuanto al monto total que pueda devolverse. Lo que permitirá que las empresas, en cualquier caso, puedan recibir el 100% del importe del crédito en cash, eso sí, en un período de 3 años y no de golpe.
- Obligaciones formales: hasta ahora, el crédito fiscal se basaba en un modelo de “self-assessment regime”. El contribuyente calculaba su propio crédito fiscal y lo aplicaba en el impuesto de sociedades sin necesidad de tener que esperar que las autoridades fiscales lo dieran por bueno. Con el nuevo modelo, sin embargo, las autoridades fiscales no procederán a la devolución del cash hasta que las mismas hayan podido comprobar que el cálculo y la aplicación del crédito fiscal es correcto. Si bien dicha obligación formal ya existía, pues las empresas debían tener el correspondiente soporte documental del crédito en caso de ser solicitado por la administración, el hecho de que ahora sea un requerimiento a cumplir “up-front”, va a ralentizar el proceso de devolución y va a aumentar lo más seguro la carga administrativa de las empresas que reclaman el crédito fiscal.
Finalmente es importante tener en cuenta que las autoridades han dado un año de transición para la aplicación del nuevo régimen. En este sentido, el “New Refundable R&D Tax Credit” sólo será obligatorio para los ejercicios que empiecen a partir del 1 de enero de 2023, dando así la opción al contribuyente de aplicar el “Old R&D Tax Credit” para los ejercicios anteriores.
- Conclusión
Si bien es cierto que el nuevo método va a tener un impacto en los flujos de caja de las empresas que hasta ahora estaban acostumbradas a poder deducirse el 100% del crédito fiscal el primer año, creo que también es justo valorar los cambio que el gobierno ha implementado para hacer que dicha medida sobreviva a la vorágine de la nueva normativa fiscal internacional, nuestro amig@ Pillar 2. Es por ello que como ya decía al principio, ojalá pudiéramos ver más países siguiendo esta tendencia para atraer talento a las regiones y dar a las actividades de R&D, la importancia y el valor que se merecen.
Nota al lector: la opinión expresada en este post es exclusiva de su autor, y en modo alguno puede imputarse o atribuirse a ninguna persona o entidad de su entorno profesional.