Una vez fijada la visión y la misión del despacho, la siguiente etapa de la dirección estratégica lo constituye la formulación de la estrategia que nos permita cumplir con la misión y lograr los grandes objetivos de la empresa.
Dicha formulación, que se lleva a cabo a partir de un análisis interno y externo de la empresa, respondería a la pregunta de ¿Cómo vamos a alcanzar la misión del despacho ya definida previamente?, por lo que dicha formulación vendría determinada por el establecimiento de un conjunto de acciones coherentes, con un marcado carácter táctico, de la que destacamos los siguientes aspectos:
- El responsable de la formalización de la estrategia sería la persona encargada de la dirección del despacho (titular o socio director).
- En el proceso de formalización estratégico se realiza un análisis y evaluación del posicionamiento actual de la empresa, tanto en su entorno competitivo, como en su organización interna.
- A través del conocimiento de la posición del despacho, se obtiene una visión actual de todos nuestros recursos, y con ello información completa de nuestra capacidad de asumir determinados riesgos.
- Las acciones a adoptar fruto de este análisis estratégico podrán ser estrategias competitivas (factores de diferenciación con la competencia); desarrollo futuro del negocio (especialización); crecimiento (fusiones, colaboraciones).
Expuesto lo anterior, la formalización de la estrategia se alcanza a través de diversas técnicas, si bien la más extendida, por su sencillez de aplicación y su utilidad a los despachos profesionales, es el conocido como análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades). Siguiendo la definición más generalizada, el análisis DAFO, "es una metodología de estudio de la situación competitiva de una empresa en su mercado (situación externa) y de las características internas (situación interna) de la misma, a efectos de determinar sus Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas. La situación interna se compone de dos factores controlables: fortalezas y debilidades, mientras que la situación externa se compone de dos factores no controlables: oportunidades y amenazas". Al día de hoy, esta herramienta estratégica es la más utilizada para conocer la situación real en que se encuentra una organización.
Sustancialmente, el análisis DAFO parte de un análisis en profundidad de nuestro despacho mediante la identificación de los elementos que constituyen cada una de las categorías citadas (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades). Una vez obtenida la imagen o fotografía de nuestra organización, procederemos a través de las técnicas que nos facilita el sistema, a establecer la línea estratégica a seguir. Para ello, tendremos que responder a las siguientes cuestiones respecto a nuestra organización:
- ¿Cómo se puede explotar cada fortaleza?
- ¿Cómo se puede aprovechar cada oportunidad?
- ¿Cómo se puede mitigar cada debilidad?
- ¿Cómo se puede proteger de cada amenaza?
En nuestro próximo post, examinaremos en profundidad el análisis DAFO aplicado a los despachos de abogados.
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