Es evidente que la red se ha convertido en un auténtico campo de batalla. En él se están produciendo múltiples refriegas en las que los contendientes en liza están dispuestos a configurar a su favor el futuro tanto de los derechos propiedad intelectual como de los derechos fundamentales de los usuarios en esta nueva era a la que llamamos de la sociedad de la información.
No obstante, y dado que una de las características más importantes de la misma es la rapidez con la que se están desarrollando los acontecimientos, vamos a tratar de poner un poco de orden y explicar el estado actual de las estrategias que cada uno de los contendientes están desarrollando a fin de imponer sus posturas. Para ello, emplearemos, a modo de símil, la más importante saga de la historia del cine: Star Wars:
1º.- El Imperio: Industria de contenidos.- Cuenta a su favor con los medios económicos y los lobbies más importantes de esta contienda. Trata de imponer un férreo control en la descarga de cualquier tipo de contenido que legalmente sea configurado como obra y que, por ello mismo, sea objeto de derechos de propiedad intelectual.
Los medios que, hasta la fecha, han venido empleando para aplastar cualquier indicio de rebelión por parte de los rebeldes usuarios han sido los siguientes:
- Una primera, etapa presión psicológica y dirigida contra la masa de internautas. En ella ha destacado el empleo de denuncias penales en las que, a través del apoyo de los medios de comunicación, analógicos y digitales, más tradicionales, han intentando insuflar en los ánimos de los internautas el miedo a sufrir castigos económicos y privativos de libertad. A pesar de ser, desde un punto de vista legal, una vía condenada al fracaso, ha cumplido bien su objetivo e, incluso, se ha obtenido una condena (trata ahora de explicar que fue debido a una conformidad del denunciado… a ver quién se entera).
- Una etapa, más silenciosa que la anterior, y con un mayor calado legal, en la que la presión se vuelve económica y en la que los objetivos se centran en neutralizar a las entidades y profesionales que suministren cualquier tipo de apoyo a los intercambios de contenidos. En esta ocasión, la vía empleada pasa a ser la civil. La idea es clara: hay que eliminar las bases tecnológicas que permiten a los rebeldes sus ataques contra la propiedad intelectual.
- Simultáneamente a las anteriores, el Imperio de los contenidos ha tratado de desjudicializar la defensa de los derechos de propiedad intelectual por medio de la atribución de las competencias en esta lucha a órganos administrativos, instancias dependientes de no se sabe muy bien quién y con atribuciones para poner coto a los "desmanes" de los rebeldes.
- Finalmente, y de modo coetáneo a todo lo anterior, el Imperio ha tratado de atraerse a su causa a Federación de Comercio (las operadoras de telecomunicaciones) por medio de la imposición a las mismas de obligación de corte del suministro a los rebeldes que transgredan las normas.
2º.- Los Rebeldes: Internautas.- Es la parte oponente al Imperio de los contenidos. Integrado por una masa poco uniforme, tratan de poner coto a las prerrogativas del Imperio por medio del uso de sus más valiosas armas: los derechos fundamentales.
A pesar de los sucesivos embates de las tropas imperiales, ha resistido las amenazas penales y, hasta la fecha, parecen estar a salvo de las demandas civiles.
Del mismo modo, y por medio de la organización de importantes y ruidosos núcleos de resistencia internacional, estén organizando focos muy importantes de resistencia que se encuentran actualmente en plena lucha contra las instituciones del Parlamento Europeo a fin de que no se aprueben las conocidas como "enmiendas torpedo".
3º.- Federación de Comercio: Operadoras de Telecomunicaciones.- Se trata de grandes multinacionales que se encuentran, en la actualidad, entre los fuegos cruzados de los anteriores:
De un lado, se nutren, fundamentalmente, de sus clientes, en una gran parte usuarios de internet pertenecientes a la facción rebelde, a los que deben sus privilegiadas y saneadas cuentas económicas.
Pero, de otro, están siendo acosados incesantemente por la Industria de los contenidos, que, si bien, en un primer momento, venían exigiendo que fueran las operadoras la que cortaran el suministro a los rebeldes capturados, ahora, dado que, al parecer, no tendrán esas posibilidad, vienen exigiendo que paguen parte de los derechos de autor de las descargas.
Como podéis observar, este el estado en el que se encuentra este capítulo de Internet: Star Wars. Iremos viendo, progresivamente, las variaciones de estrategia…
