La cuestión que se me plantea hoy es de la si es de aplicación a internet la prueba del carbono 14. Y he llegado a la conclusión de que si bien la del 14 no le es aplicable, sí que lo es la del oculto. Y no, no me he vuelto aún loco. Me explico para que me entendáis.
Actualmente, y en una sociedad como la actual en la que cada día es más importante la protección de la privacidad y la protección de datos de las personas físicas, hay que empezar a conocer y a emplear la opción que nos da cualquier tipo de servidor web o de programa de gestión de correo electrónico que aparece bajo el acrónimo CCO, esto es, Copia de Carbón Oculto.
¿Qué diantres es esto? Pues es una opción muy interesante que permite mandar un mismo correo electrónico a una pluralidad de personas y de una sola vez, es decir, haciendo un solo clic en la acción de enviar.
Sin embargo, la particularidad de esta opción, a diferencia de la que consta con otro acrónimo (CC), es que el receptor del mail no podrá ver el resto de direcciones de correo de los restantes receptores.
Y esto, que a primera vista puede tener una escasa importancia desde el punto de vista técnico, lo tiene en la perspectiva legal y es más útil de lo que se piensa en la práctica.
En efecto, la normativa de protección de datos de carácter personal, dispone que las direcciones de correo electrónico no pueden ser objeto de cesión o comunicación a terceros sin el previo consentimiento del titular de dicho dato. Por tanto, puede observarse fácilmente que el poner las direcciones del resto de destinatarios de un mismo correo en Copia de Carbón Oculta permite cumplir con la citada disposición y quedar a salvo de cualquier tipo de sanción por dicho motivo.
Pero es que, de otro lado, también es muy útil desde un punto de vista práctico, ya que con ello evitamos que nuestra dirección pase a formar parte de las múltiples bases de datos que se confeccionan haciendo uso de las direcciones que se pueden captar en las cadenas de correos electrónicos que recibimos diariamente con cualquier pretexto y que son calificables como spam.
Por tanto, la moraleja es clara: cuando enviemos un correo a una pluralidad de destinatarios es conveniente que empleemos la opción CCO a fin de:
- Cumplir con la normativa de protección de datos.
- Evitar sanciones de la A.E.P.D.
- Evitar que dichas direcciones puedan ser usados por spammers.
